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viernes, 20 de octubre de 2017

Pistoletazo de salida para el Museo de la Ciencia y la Tecnología en Badajoz


Museo de la Ciencia y la Tecnología en Badajoz. V. Arnelas
HOY, 20/10/2017. Fotografía V. Arnelas
 El jueves 19 de octubre de 2017 nos reunimos en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz, para dar el pistoletazo de salida para la creación del Museo de la Ciencia y la Tecnología en Badajoz

Os dejo la información que ha aparecido en HOY (20/10/2017) y un enlace a Canal Extremadura radio en el que hablamos del proyecto.

El artículo de Antonio G. Salas en El Periódico Extremadura 21/10/2017 

Y la información de Extremadura7días.



El audio de Canal Extremadura radio reproduce la entrevista desde el minuto 18 y 25 segundos al minuto 27.



NATALIA REIGADAS, BADAJOZ, HOY
Viernes, 20 octubre 2017

Tras casi 20 años de espera, el proyecto para crear un Museo de la Ciencia de Badajoz ha conseguido dar un paso importante y convertirse en una entidad jurídica que unirá a la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Badajoz, la Diputación Provincial y la Universidad de Extremadura para impulsar su puesta en marcha. El compromiso surgió de una reunión que se celebró ayer en la Real Sociedad Económica de Amigos del País (RSEEAP), que lleva años promoviendo este museo junto con los docentes Lorenzo J. Blanco y Alfredo Álvarez.
En el encuentro, los responsables del proyecto lograron un compromiso para crear una comisión que diseñe unos estatutos para convertir el museo en una entidad jurídica. A la reunión acudieron el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara; el presidente provincial, Miguel Ángel Gallardo; el alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso y el rector de la UEx, Segundo Píriz, entre otras autoridades.
El presidente de la RSEEAP, Alfredo Liñán, calificó la reunión de «un pistoletazo de salida importante». Alfredo Álvarez, otro de los promotores, indicó que una vez constituidos como entidad jurídica podrían optar a alguna subvención. Por el momento, la Económica ostentará la secretaría de la comisión, que contará con representantes de todas las administraciones que ya fueron nombrados ayer. Álvarez espera que la primera reunión de la comisión sea en dos semanas. Entonces se contará ya con un borrador de los futuros estatutos.
El objetivo del proyecto es crear un museo en dos partes. Por un lado, una sede física; por otro, elementos repartidos por la ciudad como, por ejemplo, un paseo de las matemáticas instalado en el parque del Guadiana o exposiciones científicas en los jardines del Meiac.
Una opción, según indica Álvarez, es ejecutar el museo en fases, lo que facilitaría la financiación del proyecto. En cuanto a la sede central, no descartan ninguna opción, ya sea construir un edificio o aprovechar algún inmueble vacío.
Los promotores destacan que este museo es una cuenta pendiente desde hace mucho tiempo en la ciudad y que sería un gran atractivo turístico, ya que no hay nada parecido en el cuadrante suroccidental de la península, ni en la zona española ni en la portuguesa.
20 años esperando
La propuesta de contar en la ciudad con un Museo de la Ciencia no es nueva, hace 20 años que está sobre la mesa. En el año 2000, con fondos del Plan Urban, el Ayuntamiento comenzó a reformar la antigua casa del pintor Luis de Morales, una casona del siglo XVI entre las calles Montesinos y la plaza de Santa María. Su destino iba a ser el Museo de la Ciencia y la Naturaleza de Badajoz pero todo cambió en junio de ese año cuando la Junta anunció que construiría un Museo de la Ciencia en Badajoz, en un edificio de nueva construcción sin una ubicación concreta. Se avanzó que podría suponer una inversión de 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros). El equipo de Gobierno municipal decidió echar marcha atrás para que no hubiese dos museos con la misma temática y convirtió la casa del célebre pintor pacense en lo que es hoy el Museo de la Ciudad Luis de Morales.
El proyecto de la Junta no avanzó finalmente, pero nunca cayó en el olvido. La Económica, junto con los docentes Lorenzo Blanco y Alfredo Álvarez, continuaron promoviendo su puesta en marcha. En el año 2010 se creó una plataforma que llegó a reunir más de 1.700 apoyos en las redes sociales. Ese año sonó con insistencia la posibilidad de que el museo se ubicase en la antigua central hidroeléctrica de La Pesquera, en la carretera de Cáceres.
Querían recuperar la también llamada 'Fábrica de la luz', ya que la Confederación Hidrográfica del Guadiana renovó su entorno dentro de la obra del río. Esta propuesta tampoco llegó a concretarse.
El último paso en firme del Museo de la Ciencia de Badajoz fue el pasado mes de enero. Entonces la Universidad de Extremadura y la RSEEAP firmaron un convenio de colaboración para la creación de este espacio y anunciaron que podría llegar a recibir 200.000 visitantes al año.
El acuerdo especifica que este servicio contará con un museo de la ciencia, elementos científicos en parques o plazas de la ciudad y también un espacio virtual.
Sin embargo, sigue quedando sobre la mesa la cuestión de dónde ubicar el museo. Ahora no hay propuesta concreta, pero en enero sus responsables señalaron como posibilidades el antiguo Ifeba o el Hospital Provincial.




martes, 10 de octubre de 2017

Primera novela de Miguel Blanco. En la calle, Tau Editores. Cáceres. 2017

El martes  24 de octubre de 2017 presentación, en la Librería Universitas, de la novela a cargo de Manuel Pecellín



Puede adquirirse directamente en la página dela editorial Tau Editores o pidiéndolo a través de tu librería.

En el blog de Miguel Blanco se pueden encontrar referencias de su biografía y, específicamente, de los discos editados-


En la calle. Primera novela de Miguel Blanco. Tau Editores.
En la calle. Primera novela de Miguel Blanco. Tau Editores.
En el blog que Manuel Pecellín tiene en HOY (28/10/2017), se vierte la crítica que realiza de la novela que transcribo:

Una voz nueva, joven y prometedora, se suma a la bien nutrida pléyade de narradores extremeños (Luis Landero, Javier Cercas, Gonzalo Hidalgo, Ramírez Lozano, Pilar Galán, Julián y Javier Rodríguez, Susana y Martín Gijón, más un largo etc.). Nos referimos a Miguel Blanco, que acaba de publicar su primera obra, En la calle, título que da pistas sobre el drama sufrido por parte de los protagonistas aquí actuantes: el paro y los desahucios.
Natural de Badajoz (1980), donde tuvo su infancia y primera juventud, Blanco es Doctor en Física por la Universidad Pierre et Marie Curie de París, habiendo desarrollado labores profesionales en Suiza (CERN, Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), Argentina y Francia. Ahora reside en Madrid, donde participó muy intensamente en las actividades de protesta del 15-M.  Al mismo tiempo, tiene publicados dos discos con canciones propias, Preguntas y Ciudades. Son numerosas las referencias que se pueden localizar en el libro a estas pistas autobiográficas.
El personaje central de la novela es Isidro Mayoral, treintañero también afincado en Madrid con raíces rurales ya olvidadas. Indolente hasta la exasperación, antihéroe prototípico, dejó sin terminar Ingeniería de Telecomunicaciones (hace alguna intentona por concluirla), malviviendo de trabajos ocasionales, cada vez peores; de sablear a los amigos, que tampoco están para muchos trotes, y de los padres, hasta el divorcio de los cónyuges. (El marido es un empresario corrupto; la madre, su antítesis, una mujer valiente, laboriosa y solidaria, cada vez más comprometidas con asociaciones vecinales, que afrontará la pérdida del hogar sin desmoronarse).
Mayoral, un irredento “nini” (ni estudia, ni trabaja), perezoso y frívolón, debe ir recortando salidas nocturnas, alcohol, cafés, películas y otros gastos superfluos a medida que su situación económica se agrava, hasta la caer en la pura indigencia. Sobrevive, como otros muchos, esforzándose por mantener algún rescoldo de las movidas nocturnas por ese Madrid de la crisis económica y social, convertido en urbe implacable, tan bien descrito en estas páginas.
Otras figuras, si secundarias, añaden atractivas teselas a esta mosaico sociológico, tal la polifacética Luisa, cuya juventud no impide que tenga ya recorrido medio mundo, o Pedro José, el mejor amigo, un todoterreno impagable.
Aparte de su valor como retrato de época, la obra se distingue por la soltura del lenguaje en que se maneja el novelista, a modo de narrador omnisciente, y la frescura de los diálogos. Muy bien construido el relato, en el que van cruzándose historias múltiples, todas las cuales nos parecen más o menos comunes estos años últimos, la prosa decae ocasionalmente (cacofonías y términos repetidos con excesiva proximidad).  Miguel Blanco volverá a sorprendernos con futuras entregas, acaso no lejanas.