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lunes, 19 de noviembre de 2018

Préstamos hipotecarios, la historia continúa. Competencia matemática y engaños de los bancos.



El problema de los préstamos/compra de dinero es básicamente la mala información que dan los bancos y la falta de alfabetización matemática de los ciudadanos,

Os transcribo el artículo (HOY, 18/11/2018) para mejor lectura.
Préstamos hipotecarios, la historia continúa.
HOY, 18 de noviembre de 2018 
"No es mi intención entrar en el problema suscitado por el Tribunal Supremo a propósito de las sentencias recientes y la resolución del Gobierno de la Nación con Decreto Ley aprobado, dado que supongo que otros más instruidos en leyes lo harán. Por mi parte, quiero entrar en una situación más profana que afecta directamente a nuestro bolsillo, en la mayoría de las ocasiones sin nuestro conocimiento y con nuestra complacencia inconsciente.
Imagínese, amigo lector, que quiere comprar un televisor y visita diferentes tiendas para estudiar modelos y precios. Finalmente, se decide por una marca, en una tienda concreta y a un precio determinado que paga debidamente, a través de su cuenta corriente. Imagínese que al poco tiempo descubre que la tienda le ha cargado en su cuenta algunos gastos e impuestos de los que no había sido informado, por lo que el montante que usted pagará por el televisor se ve incrementado. Imagínese que usted renuncia a la reclamación porque la información que le facilitan está llena de números y se resigna porque le puede resultar difícil de entender, como nos pasa con el recibo de la luz. Ya saben aquello de “no se me daban bien las Matemáticas”.
Eso es lo que pasa cuando compramos dinero en un banco. Porque comprar dinero es exactamente lo que hacemos cuando se nos concede un préstamo hipotecario. Y seguirá pasando al menos por ahora.
Hace algunos años tuve que enfrentarme, como la mayoría de los compradores de vivienda, a unos préstamos hipotecarios. En mi caso, que no rehúyo las cuentas, intenté enterarme de lo que tenía que pagar y los conceptos a los que obedecían, de lo que me iban a dar al final y de mis compromisos en los siguientes años. En definitiva, tener una información completa. Debo señalar que me costó tiempo, varias visitas a diferentes entidades y hablar con numerosos bancarios para tener una lista de los aspectos que se consideran en esas transacciones y cuyos gastos tenían que salir de mi bolsillo.
Así, pude descubrir que lo primero, y casi único de lo que te hablan, es del interés inicial que te van a cobrar. Resulta que no es el gasto más importante en relación a todos los gastos implicados, que tendremos que abonar. Conseguí hacer la lista de gasto y/o impuestos y entender qué eran: Comisión de apertura, Comisión de cancelación parcial, Comisión de cancelación total, Gastos de Notaría, Inscripción en el Registro de la Propiedad, Gastos de tasación del inmueble o del proyecto de vivienda, Gastos de gestoría, los diferentes Seguros adyacentes, y hasta el Impuesto de actos Jurídicos Documentados que ahora se ha puesto de moda. Debo recordar que el valor de este impuesto depende de cada Comunidad Autónoma y que los gastos señalados, en la relación anterior, varían de unas entidades bancarias a otras.
Con la lista hecha me di una vuelta por diversas entidades y a cada uno le mostraba el mismo cuadro para que lo rellenaran suponiendo que pediría 80.000 euros a 15 años. Ello me permitiría hacer un cuadro comparativo y conocer los datos parciales y totales, saber cuánto y cuándo tenía que pagar. Recuerdo las miradas de los sorprendidos empleados cuando les presentaba la lista y las veces que tuve que decir aquello de “pues dígame con quien hablo para que me den la información que solicito”. Era complicado conseguir rellenar completamente el cuadro, pero lo consideraba imprescindible para poder tomar una decisión al respecto.
Durante mucho tiempo tuve este cuadro e intenté dar la información a mis amigos y conocidos, por cuanto me parecía un deber transmitir esta información para llamar la atención sobre lo que tenían que pagar y que el banco no se lo diría. Siempre me pareció un engaño y la renuncia de algunos ciudadanos a estudiarlo es un ejemplo claro de las consecuencias de una mala alfabetización matemática.
Ahora que parece resuelto quién pagará nominalmente el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, no podemos olvidar que también existen reclamaciones y alguna sentencia sobre algunos de los otros impuestos y gastos señalados y, en muchas ocasiones, ocultados. ¿Qué pasará entonces? No olvidemos que el problema actual deriva de la Sentencia del Tribunal Supremo, de 23 de diciembre de 2015, en la que estableció que algunas de estas cuestiones eran cláusulas abusivas y por tanto nulas.
El problema formal de claridad jurídica en el caso del Impuesto sobre Actos Jurídicos documentados parece salvado, la solución sobre quién pagará realmente el impuesto la tenemos todos en nuestra mente. Ya lo dijo un dirigente de una entidad bancaria hace pocos días.
Pero el problema que ahora podría resolverse es el de obligar a los bancos a dar una información rigurosa y precisa sobre los gastos derivados de la concesión de un préstamo hipotecario, en el momento de solicitarlo. Y en esto reclamo la intervención de las organizaciones de consumidores. Porque insisto, nadie nos presta nada, compramos dinero que en ocasiones nos venden a bastante más de un 50 % de la cantidad comprada."

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Honduras. El sufrimiento de un pueblo

Mucho se habla estos días de la marcha de hondureños y otros centroamericanos hacia EE.UU. pero poco se habla de la verdadera causa de la pobreza y violencia que tiene naciones como Honduras, El Salvador o Guatemala.
Los hondureños merecen ser libres y dueños de su destino.


El periódico HOY, (HOY, 06/11/2018) me publicó un artículo sobre Honduras. Es una reflexión sobre la situación del país que he visitado recientemente. Os dejo el texto.


"En septiembre pasado, hace menos de dos meses, estaba en la zona de embarque del aeropuerto de Tegucigalpa (capital de Honduras), esperando para coger un avión de vuelta a España. De pronto se anuncia la salida de un avión civil para Estados Unidos y se oye el siguiente mensaje: “Vuelo con destino a Houston, pasajeros prepárense para embarcar. En primer lugar, los militares de Estados Unidos. En segundo lugar, los niños menores de dos años y las personas con dificultades, …”.
Honduras HOY Marcha Lorenzo J. Blanco
Honduras. HOY (06/11/2018)
Lorenzo J. Blanco Nieto
Estaba claro el orden de preferencia de las autoridades del aeropuerto y la posición predominante de los militares estadounidenses respecto la población civil. Nunca había oído nada parecido y era el remate a lo vivido esos días. La influencia y presencia, civil y militar, de los estadounidenses en este país centroamericano es claramente manifiesta.
 Era la prueba definitiva de quiénes son los jefes de aquel hermoso país con casi 10 millones de habitantes. Esta situación me confirmaba los comentarios escuchados tanto a los profesores con los que había convivido como a personas ajenas al mundo de la enseñanza con las que había comentado el estado del país.
Llevaba una semana en Honduras, colaborando con la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en sus sedes de Tegucigalpa (ciudad con unos dos millones de habitantes) y San Pedro Sula (más de un millón de habitantes) que es el segundo núcleo de población en Honduras, estigmatizada con la violencia y en alguno tiempo considerada una de las más violentas del mundo.
Ahora que los medios de comunicación publican noticas y muestran imágenes de la marcha de miles de hondureños desesperados camino de Estados Unidos, me viene a la memoria lo vivido esos días. Rememoro aquellas conversaciones que a modo de queja o de desahogo reiniciaban mis compañeros hondureños sobre las vicisitudes que tienen que soportar para subsistir en medio de una sociedad desestructurada y definida por la pobreza, la desigualdad y la violencia. Mis contertulios eran fundamentalmente profesores universitarios y de secundaria, con jornadas en dos o tres centros para poder alcanzar un sueldo digno. Me imaginaba cómo sería la situación de otros ciudadanos, aunque era claramente perceptible en cualquier lugar que visitábamos.
Recuerdo los niños de edad temprana, a cualquier hora del día o de la noche, en las calles de las ciudades y en las cunetas de las carreteras vendiendo cualquier objeto e implorando tu aportación. Mi señalaban que el 40 % de la población infantil no iba a la escuela porque las necesidades en sus casas eran tan perentorias que lo prioritario era la supervivencia.
Llamaba la atención la cantidad de obras iniciadas (calles, edificios, carreteras, etc.) y que parecían abandonadas o con un mínimo ritmo de trabajo. Las explicaciones eran claras en referencia al nivel de corrupción que provocaba que en dos o tres meses el dinero asignado a la obra hubiera desaparecido de la administración, pero con destino conocido.
Obviamente pregunté por las últimas elecciones generales celebradas a finales de 2017. Todos coincidieron, y se puede comprobar en una mínima búsqueda en la red, que fueron fraudulentas a favor del candidato impuesto por los Estados Unidos, aún a costa de saltarse la constitución que no permitía su reelección. Los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos concluyeron que hubo tantas irregularidades y deficiencias que era imposible validar el resultado de las elecciones, aun teniendo en cuenta la revisión del Tribunal Supremo Electoral que estaba obviamente al servicio del poder político y militar.
Una variable fundamental para entender los problemas del país se descubre al conocer su relación con la droga, al ser una de las zonas de paso (marítimo y aéreo) hacia Estados Unidos más importantes. Por lo tanto, el dinero fluye y necesita de seguridad para los que lo acumulan. Ello, además, justifica el control estadounidense con la complicidad de personalidades locales que, según la mayoría de los medios de comunicación internacionales y los hondureños de a pie, están vinculadas con el narcotráfico.
El control político, militar y económico de los Estados Unidos sobre Honduras es absoluto, impidiendo el desarrollo del país puesto que así la situación actual sirve a sus intereses. Evidentemente luchará para mantener el estatus e impedir un cambio político y/o económico que pudiera hacer peligrar esa situación de dominio.
Podríamos añadir otras situaciones lamentables del país donde únicamente se salvan las personas encantadoras y sufridoras que lo habitan y la enorme naturaleza que tienen. Por eso, las referencias a la marcha confirman lo que me decían, al señalar que el sueño de los hondureños es emigrar a Estados Unidos y que son muchos los que ya viven allí.
Dada esta situación me he atrevido a contar algunas cosas que permitan mi desahogo por lo injusta que es la situación de país, por lo mal que lo están pasando y por el final, previsible, de los integrantes de la marcha si alguna vez alcanzan la frontera con Estados Unidos." (HOY, 06/11/2018)

viernes, 2 de noviembre de 2018

Yo quiero un tren digno hasta Madrid, no solo hasta Plasencia


Ya se han olvidado del AVE de Lisboa a Madrid

Tren digno Club Senior de Extremadura
3er Informe de Seguimiento de la situación del
ferrocarril Badajoz - Madrid.
Club Senior de Extremadura
Me resistía a escribir sobre el tren por espacio que últimamente ocupa en los medios de comunicación. Ya lo hice una vez (HOY, 09/06/2017) para significar que éramos la única Comunidad Autónoma que no tiene programada el final del AVE, y seguimos en las mismas. Lo triste es que tampoco está claramente programado el “Tren de Alta Prestaciones” desde Badajoz a Madrid. Esta es la conclusión más clara que puede sacarse del Tercer Informe elaborado por un grupo de técnicos superiores con experiencia en el sector que pertenecen al el Club Senior de Extremadura.

La mayoría de las informaciones y reivindicaciones se centran en el tramo Badajoz – Plasencia. En menor medida, en el tramo de Plasencia a Navalmoral. Se olvida el trazo hasta Madrid del que se dice expresamente: “No se ha licitado la redacción de los nuevos proyectos de 5 de los 7 tramos entre Talayuela y Madrid”, lo que hace “improbable que el tramo extremeño se complete antes del 2015”. Por supuesto, ya nadie habla que el objetivo era unir Lisboa y Madrid, pasando por Extremadura.

Este olvido por parte de todas las autoridades y representantes políticos me llena de rabia por cuanto supone aceptar sin más una situación injusta de discriminación para Extremadura y sus habitantes y desconsiderar las comunicaciones como elemento fundamental para el desarrollo. No será posible tener un tren de alta velocidad y reducir el tiempo de viaje sin una infraestructura completa y sin resolver la cantidad de cuestiones pendientes, sobre todo cuando en muchas de ellas no se han iniciado los primeros y necesarios trámites.

Doy por supuesto, y es mucho suponer, que las obras se aceleran y está terminado en 2020 lo previsto hasta ahora. Aún así quedarían otras cuestiones que a modo de ejemplo, recojo de algunos de los puntos del informe y os dejo dos imágenes recientes:

   “El mantenimiento de las estaciones actuales obliga al tren a hacer largos recorridos adicionales a baja velocidad, especialmente entrando y saliendo en los dos fondos de saco de las estaciones de Mérida y Plasencia”. Y añado de mi cosecha que con las elecciones municipales ningún candidato a Alcalde va acepta poner las estaciones de trenes donde, en algún momento, se pensó.

   Con la propuesta actual en el 2020, entre Badajoz y Plasencia el futuro tren recorrerá 207 Km de trayecto, de los que 78 km. (38 %) serán por la vía actual a una velocidad máxima (siempre superior a la media) de 100 km/h, y 129 km (62 %) por la vía nueva a una velocidad máxima de 250 km. Según los estudios de trazado, diferencias entre tipos de vías (actual y nuevas) y paradas en las estaciones los técnicos calculan que la velocidad máxima solo podría alcanzarse en un 48 % del recorrido. Pero insisto, solo estamos hablando desde Badajoz a Plasencia, por lo que quedaría más del 54 % del recorrido a Madrid, del que no se habla ni se reivindica.

     Solo está montada una de las dos nuevas vías prevista. Ello hace evidente que los trenes no se puedan cruzar y algunos tendrán que esperar parados el paso del otro.