Fue en Bucarest cuando la pedí por primera vez. Acabábamos de salir del Parlamento, que es un
enorme edificio sin sentido mandado construir por un dictador paranoico. Hacía
mucho calor, propio del mes de Julio, y era mediodía.
Me presentaron la
carta de cervezas (¡Cuándo será habitual en Badajoz tener carta de cerveza en
los bares!) y elegí Affligem que la conocía de nombre por haberla visto, alguna
vez, en El Corte Inglés en Badajoz y me pareció un buen momento para
degustarla.
Tenían los tres tipos de Affligem: blonde, duoble y triple. Me pedí
la Duoble.
No sé si era el
sitio, la hora y la buena compañía pero me supo a gloria como para calificarla
con un sobre saliente. El hecho es que la primera no la pude saborear
completamente, ya que me percaté que había dejado mi navaja, que me acompaña
por más de 40 años en los viajes en el Parlamento, y tuve que volver a por
ella. Pero en la primera ocasión que tuve repetí la demanda.
Ya en Badajoz la
encontré y me traje a casa los tres tipos de Affligem para degustarlos, compararlos
y recordar un viaje muy agradable.
Es una cerveza tipo
Ale y estilo de Abadía belga, que pertenece al Grupo Heineken. “Las cervezas Affligem tienen su origen en la
Abadía del mismo nombre, situada a 6 km. del pueblo de Opwijk en la actual
Bélgica, donde existió desde el año 1074. Su origen cuenta la leyenda
que se debió a la conversión a la
orden Benedictina de 6 caballeros, dedicados al pillaje, que cuando
intentaron atracar a un monje fueron convencidos por éste de no hacerlo,
pasando posteriormente a dedicar
todos los dineros de sus robos a la fundación de la Abadía.”. Referencia de la
Revista gastronómica Con mucha gula.
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