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miércoles, 23 de noviembre de 2022

El desarrollo de la LOMLOE y el profesorado, ¿cómo actuar? El País Educación digital (19/11/2022).

 El periódico El País (19/11/2022) en su versión digital me publica
un artículo sobre la importancia de la formación permanente del profesorado para poder implementar la nueva ley educativa de acuerdo a los objetivos de renovación que plantea. En ocasiones las administraciones educativas parecen olvidar el papel imprescindible del profesorado en la mejora de la educación.

Os lo transcribo:

"Recientemente, asistí a un encuentro de profesores que abordaban diferentes cuestiones para mejorar la enseñanza de las matemáticas. Una de las ponentes iniciaba su intervención preguntando y reflexionando con los asistentes acerca de sus sentimientos al abordar su trabajo docente teniendo en cuenta el contenido de la nueva ley de educación. Aparecieron algunas palabras como desazón, inseguridad, ansiedad, etc. y también otras, menos frecuentes, como ilusión o posibilidad de cambio para mejorar la enseñanza.

Evidentemente, toda nueva situación nos produce cierta inquietud por la necesidad de adaptación a un marco diferente. Algunos que creemos que la LOMLOE es una buena ley, vemos una oportunidad y esperanza para seguir avanzando en la modernización de los programas y las actividades de aula. Es conveniente mejorar la educación en una materia útil y necesaria para la formación e integración de las personas en la sociedad del siglo XXI, y cuya enseñanza/aprendizaje puede y debe ser agradable y motivadora, aunque exija reflexión y esfuerzo.

Coincidían los profesores al señalar que en este inicio de curso habían sentido intranquilidad, preocupación o cierta angustia al tener que elaborar las programaciones de acuerdo a una legislación que casi se estaba publicando en esos momentos. Obviamente, esas emociones aumentaban cuando nos referíamos a la manera en que los nuevos descriptores curriculares (competencias, saberes, …) debían trasladarse al aula. Es evidente, por ejemplo, que la referencia a los sentidos matemáticos (sentido numérico, espacial, de la medida, estocástico y algebraico) establece una nueva reconsideración de los contenidos matemáticos escolares, lo que implica el diseño de otras actividades que sustituyan a las típicas en las aulas y textos escolares. Una tarea profesional compleja y que requiere un trabajo específico que añadir a su jornada laboral. Me consta que en otras materias el problema es similar.

Sus emociones llegaban al punto álgido cuando hablábamos de evaluación. ¿Cómo tenemos que evaluar las competencias? ¿Qué orientaciones o ideas prácticas nos van a dar para elaborar las tablas o rúbricas para calificar? Era inevitable la referencia a cómo se justificaría la calificación a algunos padres. Hoy, como ayer, la evaluación sigue provocando inseguridad y ciertos niveles de ansiedad en los docentes, que es una de las causas por la que muchos de ellos terminan evaluando de manera tradicional, casi como los propios profesores fueron evaluados en su actividad discente. En esto, la investigación y la observación de la práctica docente coinciden plenamente.

Contar con el profesorado para llevar a cabo cualquier reforma es un deber y una necesidad de las administraciones. No contar suficientemente con ellos no ha sido la única causa de muchos fracasos, pero es común a todas las reformas educativas. Las manifestaciones de los profesores en este encuentro, en los medios de comunicación y en las redes sociales muestran que, también, en esta ocasión la implantación de esta nueva ley presenta esta dificultad. Asumo las palabras de Javier Valle (El País Educación, 08/11/2022) al señalar que los profesores se sienten abandonados ante el cambio educativo.

Los que queremos una educación en la que los estudiantes participen activamente en su aprendizaje (aprender a aprender), que les ayude a adquirir las habilidades de descubrimiento, de crítica, de comunicación oral y escrita, de colaboración, de resolución de problemas, que les permita construir y dar significado a los conceptos y procesos matemáticos, integrando aspectos cognitivos y afectivos, etc., sabemos que el cambio es lento y complejo pero que, inexorablemente, necesita de una buena formación permanente del profesorado.

Si asumimos que la LOMLOE establece o profundiza en un nuevo paradigma educativo es necesario asumir que el cambio en las aulas no va a venir por la publicación en el BOE o en los boletines correspondientes de las comunidades autónomas. Tampoco, como señalaba Javier Valle, por asistir a una conferencia o a un curso donde le hablen de las competencias, o de los saberes o detallen la diferencia entre los sentidos matemáticos y la secuenciación de contenidos que se establecía con anterioridad. Aunque toda información es siempre necesaria, la realidad es tozuda y la modificación de la conducta docente exige mucho más que orientaciones generales, aunque se justifiquen por ley.

Contar con el profesorado significa que las actividades de formación tienen que responder a sus necesidades reales profesionales que son muchas, diferenciando las orientaciones generales y las que se centran en su papel de profesional para enseñar una materia, con el objetivo de que sus estudiantes aprendan su contenido dentro de unos descriptores que vienen detallados en la nueva ley.

Este nuevo enfoque requiere conectar directamente con el profesorado para proporcionar información y formación sobre el desarrollo de las competencias específicas de cada una de las materias. Que los profesores se sientan apoyados y ayudados en su quehacer profesional. Entender que va a demandar, con mayor intensidad, ayuda para el trabajo con las competencias específicas y que esta ayuda exige la formación de equipos docentes (por materia e interdisciplinares) que favorezcan un proceso de acción/reflexión/acción sobre aspectos concretos de su tarea docente. En definitiva, si se quiere que la LOMLOE recorra un buen camino hay que trabajar con los profesores que son los agentes fundamentales e imprescindibles para su desarrollo.

Mucho me temo que, por la información percibida, directamente o a través de medios, en algunas comunidades autónomas esto no está sucediendo y vuelvo a oír y leer nuevos lamentos y quejas del profesorado que, efectivamente, se siente abandonado y desconsiderado." (El País digital, Educación, 19/11/2022).

lunes, 21 de noviembre de 2022

Aportaciones al desarrollo del currículo desde la investigación en educación matemática. SEIEM (2022).

Recensión en Campo Abierto

La revista Campo Abierto que edita la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Extremadura publica una reseña del libro Aportaciones al desarrollo del currículo desde la investigación en educación matemática, que editado por la Sociedad Española de Investigación en Educación Matemática y publicado por la Editorial Universidad de Granada, en septiembre de 2022.


En la imagen tenéis el inicio de la reseña la reseña publicada y clickeando en ella accederéis a su contenido completo.

Os dejo la primera parte de la recensión:

“El 2 de septiembre de 2022, en el marco XXV Simposio de Investigación en Educación Matemática, celebrado en Santiago de Compostela, se presentó el libro Aportaciones al desarrollo del currículo desde la investigación en Educación Matemática, promovido en el seno Sociedad Española de Investigación en Educación Matemática www.seiem.es. El trabajo se ha realizado con la participación de 70 Profesionales, docentes e investigadores en educación matemática, pertenecientes a 23 Universidades españolas. Este amplio grupo de colaboradores ha permitido abordar cuestiones generales sobre la educación matemáticas y otras específicas en cada nivel educativo: infantil, primaria, secundaria obligatoria, bachillerato, universidad, formación profesional, educación de adultos y alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. Ello, en relación a los diferentes organizadores del currículo (objetivos, contenidos, metodología y evaluación), asumiendo la perspectiva adoptada en relación a las competencias generales y específicas que se muestran en los recientes decretos curriculares. Además, se han tenido en cuenta aportaciones concretas en relación a la interacción de los aspectos cognitivos de la enseñanza/aprendizaje de las matemáticas con aspectos afectivos, socio-culturales y valores propios de la sociedad del siglo XXI. En definitiva, queremos ayudar a mejorar la educación en una materia que se considera útil para la formación, participación e integración de las personas en la sociedad, y cuya enseñanza puede y debiera ser agradable y motivadora, aunque exija reflexión y esfuerzo.

El libro consta de cuatro partes: i. El currículum de matemáticas; ii. Las matemáticas en los niveles escolares; iii. Cuestiones transversales en la enseñanza y aprendizaje de las Matemáticas y iv. Formación y desarrollo profesional del profesorado de matemáticas. El análisis del currículo y su concreción en el aula no es sencillo y por ello consideramos que el documento elaborado ayudará a los profesores en su trabajo, tanto en la programación como en el trabajo en el aula, y en si formación profesional” (Campo Abierto, 2022, p. 137).



martes, 15 de noviembre de 2022

El profesorado ante la administración educativa. (HOY, 15/11/2022).

 

El diario HOY (15/11/2022) publica un artículo acerca de la implantación de la nueva ley educativa (LOMLOE) en relación con
el profesorado.

Os transcribo el texto para vuestra comodidad.

"Estos días cuando me encuentro con profesores de matemáticas me hablan de su preocupación por la implantación del nuevo currículo. Dos frases muy frecuentes: “Lorenzo, existe mucha inquietud e incluso ansiedad, para incorporar el nuevo currículo en las programaciones” y “¿Cómo se refleja en lo que hago en el aula?”.

La situación me recuerda mi primer día de clase como profesor de matemáticas con alumnas de segundo de BUP, cuando con el nerviosismo del principiante tenía dos objetivos claros: 1º. Mantener la clase dentro de unos límites de tranquilidad y buena disciplina, y 2º. Explicar el número ´e`, que es un número transcendente en matemáticas y con múltiples aplicaciones como indicaba el primer tema del programa.

Estaba recién licenciado y no sabía cómo abordar la clase, así que recordando mi experiencia discente cogí la tiza y siguiendo el libro de texto me puse a hablar y a rellenar la pizarra de binomios, letras y números, paréntesis, fracciones, etc. Las estudiantes no piaron, pero no se enteraron. Al día siguiente, reinicié la lección intentando interaccionar con las alumnas. La disciplina de la clase decayó, pero algunas captaron un poquito del contenido transmitido.

Era consciente que ese proceder no era adecuado, pero nadé como pude en medio de la corriente y sobreviví en aquel primer año de experiencia docente. Recibía de mis compañeros más experimentados sabios consejos para mantener la atención y cierta disciplina, pero poco sobre la metodología alternativa para hacer una enseñanza más participativa, motivadora y eficaz. Muchos consejos y orientaciones generales, pero poco sobre qué hacer en el aula para enseñar y que las estudiantes aprendieran matemáticas, que era mi objetivo.

No es fácil, desarrollar la enseñanza si queremos que nuestros estudiantes participen activamente en su aprendizaje e interactúen entre ellos, asumimos integrar factores cognitivos y afectivo, salgan del ambiente escolar para comprender el significado de los conocimientos escolares, etc. En general, para que adquieran las competencias, generales y específicas, necesarias para desenvolverse en el siglo XXI. Y no es fácil porque, además, cada profesor tiene el objetivo fundamental, por imperativo legal, de que sus estudiantes consideren todo lo anterior en relación a sus materias. Es decir, el profesor de matemáticas tiene que procurar que los estudiantes adquieran el conocimiento y significado de la proporcionalidad aritmética y geométrica, las ecuaciones, las funciones, estadística, aprendan a resolver problemas, que utilicen las herramientas digitales para desarrollar matemáticas, etc. teniendo en cuenta las cuestiones anteriores.

Tenemos un currículo, con diferente estructura y nuevo lenguaje que ha desencadenado una preocupación en el profesorado, sobre todo para elaborar y adaptar las programaciones. “La evaluación nos tiene locos”. Como tantas veces la administración aprueba una ley (en mi opinión es buena y necesaria), pero se olvida que las necesidades de los profesores por lo que el éxito será difícil.

La falta de información y formación específica para su práctica docente en relación con el nuevo marco legislativo es lo que provoca desazón en el profesorado. No encuentran ayuda de los Centros de Profesores y Recursos, donde en teoría se desarrolla la formación del profesorado, porque no hay especialistas de Matemáticas ni de formación de profesores de matemáticas. He consultado la lista de cursos a impartir en estos centros y es patente la ausencia de referencias a la implementación del nuevo currículo en cada una de las materias específicas que aborde cuestiones concretas de la actividad en el aula. Ello, a pesar de las reiteradas recomendaciones del ministerio en tal sentido que indican que “los programas de formación permanente deberán contemplar la adecuación de los conocimientos y métodos a las didácticas específicas”.

El profesor reconsiderará su conducta en el aula si tiene modelos alternativos que haya experimentado, si está convencido de que debe hacerlo y si tiene las herramientas, físicas e intelectuales, adecuadas para ello. No modifica su conducta docente porque la administración lo indique en el BOE o en el DOE, o con un curso de 20 ó 30 horas que desarrolle cuestiones generales de educación. Esto así no funciona y a las pruebas (o la historia) me remito.

La administración regional debería analizar en profundidad los procesos formativos para proporcionar conocimientos, recursos y orientaciones específicas para organizar/desarrollar el trabajo docente en el marco de las competencias generales y específicas descritas en las propuestas curriculares. El objetivo de la formación es dotarles de recursos para programar, describir, explicar, interpretar, diseñar y gestionar acciones profesionales … que favorezcan el aprendizaje de los estudiantes en cada una de las materias.

Si queremos que la formación permanente responda a las necesidades reales del profesorado, esta debe concebirse desde las referencias a las competencias docentes específicas de cada materia y desde los procesos individuales de acción/reflexión/acción que les permita analizar “su práctica profesional”, teniendo en cuenta modelos teóricos/prácticos de referencia. Esta es la principal tarea de la Consejería de Educación y Formación profesional en relación a la formación permanente de profesores.

Sin la implicación directa, voluntaria y decidida de los docentes es muy difícil implementar el nuevo currículo. Ahora es la administración quien tiene que dar respuesta a las inquietudes reales de los profesores."


Ramón Besonías