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sábado, 30 de noviembre de 2019

Las consultas plesbicitarias en los partidos políticos

En HOY (27/11/2019) publica una interesante reflexión sobre la moda de los partidos políticos de convocar consultas a la militancia para definirse sobre un determinado acuerdo que ha tomado la dirección previamente.

Lo venden como más participación lo que equivaldría a más democracia, pero esta relación no está tan clara. De hecho, a mí como militante se me pide el voto, pero no mi opinión y se me hurta la posibilidad de debatir acerca de las ideas que sustentan el acuerdo.

Os dejo el texto.

"CONSULTAS PLEBISCITARIAS
No son un procedimiento democrático para controlar un acuerdo alcanzado en el seno del partido, sino un simple instrumento de legitimación del líder
JAVIER TAJADURA. Profesor de Derecho Constitucional de la UPV-EHU.
El sábado pasado los afiliados al PSOE fueron convocados a una consulta en la que debían responder a esta pregunta: «¿Apoyas el acuerdo alcanzado entre el PSOE y UP para formar un Gobierno progresista de coalición?» Participó el 63% de la militancia y el 92% dio una respuesta afirmativa. UP ha organizado otra consulta similar que concluirá hoy. El lunes, ERC celebró otra en la que se preguntaba acerca del rechazo a la investidura de Sánchez de no alcanzar antes «un acuerdo para abordar el conflicto político a través de una mesa de negociación». El 95% de los votantes respaldó el rechazo a permitir la investidura de un Gobierno PSOE-UP a no ser que Sánchez ceda a las demandas antidemocráticas de crear una mesa negociadora al margen del único foro en el que los catalanes deben resolver sus problemas: el Parlamento. En el caso de ERC es evidente que la única finalidad de la consulta y de su alambicada pregunta es presionar a Sánchez.
Distinto es el significado que cabe atribuir a estos procesos en el PSOE y en UP. Ambos partidos argumentan que se trata de dar voz a los afiliados y que, por lo tanto, las consultas son un instrumento de profundización democrática. Sin embargo, cuando se comprueban sus efectos, nos encontramos con que se trata de prácticas que erosionan y debilitan gravemente el carácter democrático de los partidos. En primer lugar, se trata de una práctica plebiscitaria dado que los afiliados no se pronuncian realmente sobre ningún programa de gobierno. El pacto alcanzado en unos minutos por Sánchez e Iglesias para repartirse el Gobierno no se ha traducido hasta ahora en ningún tipo de acuerdo programático concreto y detallado. Desde esta óptica, las consultas solo pueden ser concebidas como un plebiscito a favor o en contra del líder que las convoca. Su principal finalidad es por tanto reforzar el poder –ya de por sí casi omnímodo– que ejercen los dirigentes de los partidos. Reforzamiento que resulta muy poco democrático.
En segundo lugar, y como consecuencia de ello, las consultas solo formalmente son democráticas puesto que no concurren los presupuestos materiales de un proceso democrático: la deliberación y el debate racional sobre las distintas opciones en juego. Hasta ahora ningún afiliado socialista conoce las razones por las que a su secretario general ya no le quita el sueño la eventual presencia de miembros de UP en el Consejo de Ministros. En el seno del PSOE no ha habido ningún debate digno de tal nombre sobre las distintas alternativas existentes para la formación de un Gobierno. En el caso de UP, su militancia ignora el verdadero alcance de las cesiones que será necesario hacer para formar parte de un Gobierno cuya vicepresidencia y dirección de la política económica correspondería a una persona a la que hasta ahora atribuían todas las maldades del neoliberalismo (Nadia Calviño).
No ha habido debate ni discusión alguna porque no eran necesarios. Porque las consultas no son un procedimiento democrático para controlar un acuerdo alcanzado en el seno del partido, sino un simple instrumento de legitimación plebiscitaria del líder. Ahora bien, si en el caso de Podemos, en última instancia, estas prácticas pueden resultar coherentes con su ideología, en el caso del PSOE, resultan absolutamente incompatibles con ella. Fue un diputado socialista (del Partido Socialista Popular que luego se integró en el PSOE), el profesor Enrique Tierno Galván quien promovió y logró la aprobación de una enmienda al actual artículo 6 de la Constitución que regula los partidos políticos, estableciendo que «su estructura y funcionamiento deberán ser democráticos». El funcionamiento de los partidos tiene que ser democrático, y como la única democracia posible es la representativa, los partidos deben organizarse conforme a ese esquema. Esquema incompatible con el establecimiento de una relación directa entre los afiliados y el líder. Los afiliados deben escoger a órganos de representación (en el caso del PSOE, su Comité Federal) como únicos sujetos legitimados para adoptar la política de alianzas y acuerdos y para seleccionar a sus máximos dirigentes. El PSOE hoy ha abandonado ese modelo.
En definitiva, las consultas celebradas estos días en el PSOE y en UP con ropaje democrático encubren prácticas autoritarias y caudillistas. Y no es exagerado afirmar que en este perverso diseño y funcionamiento –claramente antidemocrático– de los partidos políticos reside la causa última de la inestabilidad política que padecemos. El bloqueo político es la lógica consecuencia de unos partidos en los que la voluntad de los líderes plebiscitados por los militantes se impone a la de los órganos colegiados representativos de deliberación y decisión política. Órganos que formalmente existen pero que están tan muertos como lo estaban las instituciones republicanas en la Roma imperial. Órganos en los que la discrepancia y el debate brillan por su ausencia.
Cuando, en el seno de esos órganos, alguien se atreve a discrepar como ocurrió en Ciudadanos por el veto de Rivera al PSOE, la respuesta del líder no pudo ser más clara y contundente: el que no esté de acuerdo conmigo que funde otro partido. Parafraseando al más insigne representante del absolutismo político, sólo le faltó decir: el partido soy yo.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Asociaciones del Casco Antiguo de Badajoz exigen la mejora del barrio. Manifiesto de las asociaciones.

En numerosas ocasiones me he referido a la necesidad de un Plan Director para la recuperación del Casco Antiguo de Badajoz. Es verdad que a finales de los 90´ y principio de este siglo el barrio mejoró. Pero desde hace unos años hemos perdido población, comercios y, al mismo tiempo, han aparecido nuevos puntos de ventas de droga que unido al ruido nocturno en algunas calles (San Juan, Virgen de la Soledad, Plaza de la Soledad, etc,) hace difícil la vida en el barrio.

Casco Antiguo Badajoz
HOY, 27/11/2019 
Los vecinos del Casco Antiguo, somos los que realmente hemos apostado por el barrio, queremos un barrio tranquilo, con juegos para los niños, donde se ponga en valor el patrimonio histórico, donde pasear no implique ir esquivando los orines de los perros, etc. En definitiva, queremos vivir en un barrio habitable y no en un parque temático de ocio de jueves a domingo.

Noticias relacionadas:


Ocho asociaciones del Casco Antiguo se unen para exigir su rehabilitación. El Periódico Extremadura, 27/11/2019.








lunes, 25 de noviembre de 2019

Elecciones generales y Sistemas electorales 1: Proporcionalidad.



En octubre de 2019, antes de las elecciones generales del 10 de noviembre, escribí estas reflexiones sobre el sistema electoral en España y algunas posibilidades de cambio.
En tres entradas daré mi opinión y aportaré algunos cálculos que pueden ayudar a entender mejor las posibles alternativas.

“Nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Inicio esta entrada con esta frase de Ramón de Campoamor, para hablar del sistema electoral español que siempre está en el ojo del huracán cuando hay elecciones. Los que pierden, que son la mayoría porque hay muchos partidos, siempre le echan la culpa al sistema, que es una excusa muy antigua.
La repetición de elecciones, gobiernos inestables y poco duraderos, negociaciones difíciles de comprender y ciertos pactos que más parecen un chantaje, harían necesario que en esta nueva legislatura el parlamento español planteara en serio el estudio y alguna modificación del sistema electoral, lo que inevitablemente exige una amplia mayoría. Además, como pasa en países de nuestro entorno, deberían considerarse algunas diferencias en el sistema de elección de representantes y gobernantes según fueran elecciones locales, regionales o nacionales. En estas dos entregas solo me voy a referir a las elecciones nacionales y, particularmente, a las elecciones al Congreso.
Dos cuestiones numéricas fundamentan cierta crítica al sistema electoral español. La primera es relativa a la diferencia entre el valor del voto para obtener un escaño en cada una de las 52 circunscripciones electorales provinciales. Así, cada uno de los dos diputados al Congreso por Soria podría salir con 20.000 votos, mientras que en Madrid se necesitarían unos 100.000 votos. En el Senado la diferencia es aún mayor, ya que un senador por Madrid necesitaría sobre 1.300.000 votos mientras que en Soria con 20.000 podría ser suficiente.
La segunda es el coeficiente al dividir la cantidad de votos obtenidos por cada partido entre el número diputados logrados. Así, por ejemplo, el Partido Regionalista de Cantabria obtuvo un diputado con 52.197 votos, mientras que Compromís con 172.751 votos también tuvo un único diputado. El Partido Animalista (PACMA) con 326.045 votos (1,25 %) en las últimas elecciones generales, no obtuvo representación parlamentaria. Estas situaciones se utilizan como ejemplo para indicar que nuestro sistema electoral es injusto. En mi opinión, esto es una crítica fácil, que obvia otros factores que también deben considerarse para hacer una valoración global y más ajustada, y luego poder tomar decisiones adecuadas.
El sistema electoral que se acepte tiene que definir claramente y sin ambigüedad el procedimiento de recuento de votos y de asignación de escaños a cada organización política. Para ello, tendrá que tener en cuenta diferentes variables que vendrán condicionadas por criterios políticos, sociales y numéricos que deben ser claramente explicitados, antes de hacer críticas fáciles condicionadas porque el resultado no era el que uno deseaba. Es decir, dependientes del color del cristal con que se mira. Como en la vida no basta con decir quiero esto o aquello no me gusta, es necesario señalar cómo podemos llegar a una propuesta razonable y cuáles serían los pros y los contras.
Votamos las personas y, por lo tanto, el voto debiera tener el mismo valor en todos los lugares. Pero vivimos en unos territorios (país, comunidades, provincias y localidades) con más o menos población y, además, deseamos que durante un periodo de tiempo haya unos gobernantes que puedan desarrollar su tarea con cierta estabilidad. Conjugar, entre otras, estas tres cuestiones (valor del voto, territorio y estabilidad de gobierno) no es fácil y por ello surgen diferentes propuestas de sistemas electorales, según demos prioridad a alguna de ellas. Por eso existen sistemas mayoritarios y proporcionales, y en cada caso diferentes maneras de asignación de escaños.
Asumiendo lo desajustado del valor de los votos mostrado en los ejemplos anteriores, podríamos pensar en un sistema que fuera completamente proporcional. Esto nos llevaría a una circunscripción única como en las elecciones europeas y la eliminación del mínimo necesario para sacar candidato, puesto que ello distorsionaría la proporcionalidad deseada. Habría una lista única de 350 candidatos por partido, donde el peso de la población sería determinante y, con toda seguridad, la representación de las provincias con menos población como Soria, Cuenca, … Badajoz y Cáceres sería escasa o nula en la lista general y, por ende, en el parlamento español. Actualmente, a cada provincia le corresponden dos diputados y el resto es proporcional a la población y de esta manera se garantiza un mínimo de representación de cada provincia. Basándonos en los resultados del mes de abril de 2019, con este sistema de lista única y proporcionalidad pura los partidos nacionalistas catalanes y vascos tendrían una representación similar a la que tienen ahora, y otros como BNG y Front Republicá hubieran obtenido representación parlamentaria. Por otra parte, entrarían en el parlamento con varios diputados algunos otros grupos políticos como el PACMA que nunca ha estado representado. El espectro de partidos en el parlamento se ampliaría dando cabida a numerosos partidos minoritarios cuyos intereses son concretos y podrían dificultar la estabilidad de gobierno. Pero es una opción.
Continuará.



sábado, 2 de noviembre de 2019

¡Se ha muerto el abuelo!

Artículo publicado en HOY (02/11/2019) sobre el Informe anual presentado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social.


Por casualidades de la vida, tuve la oportunidad de asistir recientemente a la presentación en el Senado del Informe Anual que presentó la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social. El estudio analizaba datos del último decenio (2008-2018).
¡Se ha muerto el abuelo! Lorenzo Blanco Pobreza Exclusión social
¡Se ha muerto el abuelo! HOY (02/11/2019)

De su contenido se han hecho eco los medios de comunicación (HOY, 18/10/2019), con más o menos extensión. Si interesante eran los números y los análisis de los autores, las aportaciones posteriores en el debate de algunos de los participantes en los trabajos eran demoledoras, por las situaciones que describían a partir de sus experiencias de campo.

Una de ellas me sugirió el título del artículo. Explicaba un pediatra de atención primaria que a su consulta llegó una madre que le señaló con tristeza que “el abuelo ha muerto”. El comentario del pediatra venía a colación porque la tristeza de la mujer no era solo por el fallecimiento del abuelo, sino porque sus ingresos eran el principal sustento de la familia.
Las situaciones comentadas y los números expuestos me llevaron a la lectura del documento presentado y disponible en la red. No voy a entrar en un análisis profundo, pero si a dejar algunos datos y frases que entrecomillaré del documento.
En el informe sobre la renta media de las personas que estudian dividen a la población en cuatro cuartiles. Pues bien, en el primer cuartil la renta en 2008 era de 3.957 euros, siendo de 3.937 euros en 2018. Es decir, este grupo de personas gana 20 euros menos que 10 años atrás, teniendo en cuenta que la vida ha subido más de un 14 por ciento, según los índices acumulados en ese periodo. Todos los demás grupos suben, produciéndose la mayor subida en el cuarto cuartil (de 20.468 euros a 21.799 euros), aunque estos también pierden poder adquisitivo. Es decir, los pobres más pobres lo que es una paradoja teniendo en cuenta otros estudios que señalan que desde el inicio de la crisis los ricos son cada vez más ricos.
Asumimos el aumento de las diferencias entre ricos y pobres como algo natural. En otro párrafo el documento señala “el 21,5 % de la población española, es decir, algo más de 10 millones de personas, están en riesgo de pobreza … En los últimos cuatro años (2014-2018) un crecimiento del PIB de 3.840 , que equivale al 17,5 %, solo consiguió una disminución de siete décimas en la tasa de pobreza. El crecimiento económico, por sí sólo, no trae consigo una reducción de la pobreza”. No basta con la recuperación económica para evitar la pobreza de gran parte de la población y, a juzgar por el estudio, las acciones llevadas a cabo por los gobiernos en ese periodo han sido claramente insuficientes. Esto es la recuperación económica beneficia a los ricos, pero los pobres siguen siendo pobres.
Hay otros datos comparativos de este decenio que, también, resultan significativos, y que señalan el empobrecimiento de un sector de la población. Así, también ha aumentado el índice de personas que no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada durante los meses de invierno (del 5,9 % en 2008 al 9,1 % en 2018), al igual que el número de personas que no pueden permitirse una comida de carne o pescado cada dos días que ha pasado del 2,2 % en 2008, al 3,6 % en 2018. A este respecto, el informe concluye “la privación material severa se incrementa levemente y alcanza al 5,4% de la población … un 50% superior a la registrada en el año 2008”.
Nos recuerdan que el 35 ,9 % de las personas no tienen capacidad para afrontar gatos imprevistos lo que, también, supone un aumento de un 6 % respecto de 2008. Estas personas, según remarcaban en el debate, evitan comprar medicinas de enfermedades cuyos síntomas no les son inmediatos ni dolorosos y renuncian a situaciones que podrían ayudarles a mejorar su salud y su vida, por falta de recursos. Pero también, resulta muy llamativo que un 14 % de personas con trabajo se mantengan en tasas de pobreza desde 2014. Tener trabajo ya no garantiza salir de la pobreza, para que luego se cuestione la necesidad de aumentar el salario mínimo.
Este último punto está muy relacionado con los problemas de las familias monoparentales, donde la presencia de la mujer cómo cabeza es ampliamente mayoritaria, y que evidencia la necesidad de tener, al menos, dos ingresos en estos sectores de la población para poder salir del umbral de la pobreza. La incidencia de esta situación en los hogares con niños manifiesta los problemas de su desarrollo físico, educacional y social, y con repercusión en sus expectativas de vida.
En fin, son muchos los indicadores que describen una sociedad desestructurada que no se preocupa ni ocupa de aquellos que tienen mayores necesidades vitales. Supongo que algunos estarán pensando que ellos si lo hacen, pero los resultados presentados son irrefutables y constituyen un toque de atención para todos y, fundamentalmente, para aquellos con responsabilidad de gobierno.
                    Badajoz, 25 de octubre de 2019