Un curioso inquieto y un inquieto curioso
Ildefonso Sánchez Redondo (1015-2016)
y Rosario Mera eran uno de los pocos, sino el único, matrimonio histórico que
nos quedaba en Santa Marina. Pero este jueves se nos ido una de las personas
más singulares de las que han habitado en nuestro barrio. Pequeño de estatura
pero grande en su capacidad de trabajo, en sus iniciativas y aspiraciones,
hasta en sus últimos días. Recto y andarín su figura se hacía notar y sus
ansias por saber hacía que sintiéramos una enorme admiración hacia él.
Esta pareja, apreciada por todos, nos ha dejado una pandilla enorme de Sánchez Mera (10 hijos, 28 nietos y 38 biznietos) que llenaban el patio ocho (‘el
otro patio’) de Santa Marina, con los que compartimos juegos y travesuras
propias de aquellos tiempos. En mi caso, por cuestión de edad, con Jesús y con Isa y
Elo. No digo nada si, además, venían sus primos de la calle ‘listi’. Claro que
llenar ese patio de muchachos no era difícil pensando en los Bureos, Yustes,
Robles, etc. En cualquier caso, Doña Manola al acecho.
Antonio García Salas dedica su
columna de los viernes, en El Periódico Extremadura (22/07/2016) a “Un hombre ejemplar” y nos cuenta algunas
historias laborales, ideológicas y familiares que nos ayudan a entender mejor a
Idelfonso Sánchez Redondo.
En la entrevista a José L. Gutiérrez Casalá sobre su tesis acerca de los fusilamientos en Badajoz, se refiere a Ildefonso como “un falangista que llegó a ser alcalde, que en un congreso de Falange se opuso a las matanzas de Badajoz y por poco le cuesta la vida.” (El Periódico Extremadura, 09/03/2003).
También, Manolo Martínez
Mediero se refiere a este hecho en un artículo de El Periódico Extremadura(11/03/2003) en el que señala algunas de las primeras iniciativas sobre el comportamiento
de la parejas de novios que tomo como primer alcalde de Badajoz, después de la
Guerra Civil.
Maestro de prisión según el documento que mostramos, y sabemos que fue Presidente del Consejo Provincial del Instituto Nacional de Previsión, por el oficio que envía al Presidente dela RSEEAP, en 1968 y que aparece entre los legajos de La Económica. Su afán reivindicativo y coherencia personal provocó que estuviera en el cargo muy poco tiempo.
Por cierto,
el uno de marzo de 1963 entró a formar parte de la RSEEAP.
En HOY (24/07/2016) se publican dos referencias sobre la vida de Ildefonso de las que me hago eco.
En primer lugar, parte del escrito que leyó una de sus hijas en la misa de funeral.
Y, en segundo lugar, un texto de Alberto González que titula Un hombre cabal.
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