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martes, 21 de noviembre de 2017

Sobre el Museo de Ciencia y Tecnología de Badajoz

En el HOY de hoy (21/11/2017) Alfredo Álvarez García, profesor Titular del área de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Extremadura, adscrito a la Escuela de Ingenierías Industriales y Presidente de la Comisión de la RSEEAP para la promoción del Museo de Ciencia y Tecnología de Badajoz, publica un artículo en el que destaca la importancia y las ventajas de crear el Museo.
Os dejo el texto:  

Museo de la Ciencia y la tecnología. Alfredo Álvarez
Museo de la Ciencia y la Tecnología. Alfredo Álvarez
HOY (21/11/2017)
"Gaudeamus igitur, que se está gestando, por fin, el deseado Museo de Ciencia y Tecnología de Badajoz. Ha costado mucho tiempo dar forma, aún de borrador pero ya con rasgos bien perfilados, a un proyecto cuyos beneficios a medio y largo plazo no ofrecen ninguna duda ni a los que han venido proclamando la necesidad de tal entidad a lo largo de dos décadas, ni a las decenas de instituciones públicas y privadas que se han mostrado favorables a su instalación (incluyendo a aquellas de las que ha dependido hacerlo), ni a las asociaciones que han apoyado la idea e incluso colaborado en su fomento. La Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País tiene contabilizadas, en un libro abierto a tal efecto, alrededor de un centenar de firmas de apoyo de entidades de todo tipo, así como de muchos particulares que se han sumado a la idea y que han llenado los aforos (lo demuestran las mediatecas) allí donde se han realizado actividades científicas promocionales.
Una demanda social tan patente supone sin duda el respaldo necesario a la inversión inicial del proyecto que, por otro lado, no es tan alta como pudiera parecer si se  buscan las colaboraciones y sinergias contempladas en el mismo. De todos modos las inversiones son eso, inversiones, capitales que se emplean para recoger un beneficio y, en este caso, el beneficio es, a poco que se piense, tan necesario como previsiblemente llamativo: se trata de ayudar a construir nuestro futuro despertando el interés en la ciencia y la tecnología. Hemos luchado durante mucho tiempo contra el poso social que asigna el concepto de cultura a las humanidades y lo excluye de las ciencias y la tecnología. Nadie es culto sin leer a Lorca, pero no importa no haber leído a Hawking, por dar dos nombres mediáticos.
Este lastre, como otros, es más notable en sociedades rurales, poco densas y poco comunicadas, y nuestra región es, en buena medida, un claro ejemplo de ello. La consecuencia es una falta de competitividad apreciable ya desde los niveles escolares. En efecto, como ya se ha comentado anteriormente, el último informe PISA, que es una medida comparativa del nivel de competencia de los estudiantes de 15 años en el entorno de la OCDE, pone a Extremadura en los últimos lugares de las listas tanto en Comprensión Lectora, como en Matemáticas y Ciencias. Y como no creemos que nuestros alumnos, nuestros docentes o nuestro sistema sean peores que los de Castilla y León, Navarra o Madrid, que son los primeros en las listas a mucha distancia de nosotros, hemos de buscar las causas de nuestros resultados en la ausencia de motivación asociada a nuestro particular entorno rural, poco denso y mal comunicado.
Parece que el cerebro aprende con menos dificultad si se apoya en emociones. Es un refuerzo innegable a la motivación. El que escribe estas líneas sigue recordando con viva emoción aquél verano de 1969 en el que el primer ser humano pisaba la luna. En Baños de Montemayor, en donde estaba veraneando, no había otra conversación aquellos días, ya fuera en las termas romanas en donde se aliviaban los dolores o en los talleres artesanos en donde se trabajaba el castaño. No sé si los estudios de Ingeniería y Ciencias Físicas que aquél niño extremeño emocionado acabó realizando fueron consecuencia de aquellos mimbres, pero en la actualidad mi emoción no es menor al recibir la noticia del descubrimiento de un nuevo planeta fuera del sistema solar.
¿Qué pasó el verano del 69 en aquél pueblo pequeño y de difícil acceso? Pues simplemente que los medios de comunicación hicieron posible que la emoción llegara a la gente y que un logro tecnológico de la NASA se convirtiera en un logro tecnológico del ser humano. ¡De cada uno de nosotros!
El proyecto del Museo de Ciencia y Tecnología de Badajoz pretende exactamente eso: llevar la emoción de estas disciplinas al hábitat de donde emergerá la sociedad extremeña de un futuro no muy lejano. La esencia del proyecto es provocar una vascularización del tejido social que lo mantenga permanentemente irrigado tanto de interés como de actitud científica, lo que va a ayudar, además, a despertar otras actitudes deseables en cualquier sociedad madura. Estos objetivos así planteados son similares a los que inspiran a los museos de ciencia actuales, tan alejados ya de aquellos decimonónicos gabinetes de arqueología tecnológica. La arqueología en los museos modernos son secciones ligadas en cierta forma al entorno en el que se expone. En nuestro entorno tenemos, como posibles candidatas a la sección arqueológica, las extraordinarias colecciones de instrumentos del Instituto Zurbarán y Bárbara de Braganza, las de medidas de la Asociación Ventura Reyes Prósper o las de la Asociación Benito Mahedero, entre otros.
Pero la esencia del Museo de Ciencia y Tecnología de Badajoz va a ser su carácter abierto. Se pretende hacer que el museo sea la propia ciudad de Badajoz. Se está tratando de implicar a las instituciones competentes para ir desarrollando los objetivos de expansión iniciales del museo como son, por ejemplo, que se articulen los ríos como eje de difusión en los campos biológico (catalogando su biodiversidad) y energético (rehabilitando los molinos o la central hidráulica, cuyo estudio se está realizando ya en la Escuela de Ingenierías Industriales de la UEx), que se coloquen en determinados lugares geometrías curiosas o imposibles siguiendo rutas estratégicas en la ciudad, que se instale un parque de relojes de sol, etc.
Sin desatender, por supuesto, la difusión recreativa de la ciencia, misión fundamental de cara a los más pequeños y a sus familias, desde el Museo de Badajoz se pretende por un lado difundir la actualidad científica y tecnológica, promoviendo conferencias cuando aquella lo demande o dando sede a congresos especializados, y por otro lado hacer pública la ciencia y la tecnología que se hace en Badajoz y en Extremadura favoreciendo encuentros entre los grupos de investigación y la sociedad, dando visibilidad a empresas de desarrollo tecnológico u organizando visitas guiadas a instalaciones científicas o industriales.
En fin, hablamos de un ente tan vivo como lo son la ciencia y la tecnología, y que evolucionará en la medida en que lo hagan éstas. Hablamos de un ente que merezca la pena visitar seis meses después de haberlo visitado, porque ya no será el mismo y nos abrirá expectativas nuevas. Hablamos de un ente que nos mantenga socialmente alerta en estas cuestiones y lleve un mínimo de lucidez a quienes pudieran preguntarse qué tiene que ver la sociedad, las formas de vida, la cultura en suma de cualquier sociedad con el desarrollo científico y el progreso tecnológico (¿alguien se puede preguntar esto en serio?).

Alegrémonos, pues, que construir futuro, además de una obligación, es siempre una apuesta segura."

domingo, 5 de noviembre de 2017

Museo de la Ciencia y la Tecnología en Badajoz, otro pasito más.



Nuevamente, el diario HOY (05/11/2017) se hace eco de la propuesta de crear un Museo de la Ciencia y de la Tecnología en Badajoz. Esperamos en breve tengamos una figura jurídica/administrativa que nos de cobertura para iniciar una ilusionante andadura, para la ciudad y para la región.


Museo de la Ciencia, Badajoz. Lorenzo J. Blanco
Museo de la Ciencia en Badajoz. HOY, 05/11/2017.
Natalia Reigadas, HOY, 5 noviembre de 2017.
El Museo de la Ciencia y de la Tecnología de Badajoz no quiere esperar más. Hace 20 años que es una cuenta pendiente en la ciudad, y ahora que ha recibido el apoyo de las instituciones, sus promotores quieren aprovechar el empuje y arrancar de una vez. Por ello, una de sus propuestas es que este servicio empiece en una sede pequeña, de unos 300 metros cuadrados, y con un presupuesto de unos 80.000 euros. Así podría ir organizando actividades y darse a conocer y más adelante continuar creciendo.
Hace 20 años que la Real Sociedad Económica Extremeña de Amigos del País (RSEEAP), junto con otros colectivos, persigue la puesta en marcha de un Museo de la Ciencia y la Tecnología de Badajoz. En 1999 la Asamblea de Extremadura aprobó un proyecto de 9 millones de euros para instalar esta infraestructura en un edificio de nueva construcción de unos 3.000 metros cuadrados. El ambicioso proyecto, sin embargo, se retrasó y finalmente la crisis económica lo borró por completo.
Ahora los promotores de esta idea han logrado revivirla. El primer paso lo dieron en enero al firmar un convenio de colaboración con la Universidad de Extremadura que cederá profesionales y apoyo a esta idea.
El segundo gran avance tuvo lugar la semana pasada cuando reunieron a los máximos representantes de la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento de Badajoz y la Diputación Provincial. Guillermo Fernández Vara, Francisco Fragoso y Miguel Ángel Gallardo aceptaron convertir el Museo de la Ciencia y la Tecnología en una entidad jurídica para que ya pueda funcionar, aunque sea sobre el papel por el momento y para buscar financiación.
En las próximas semanas se reunirá la comisión cuya secretaría depende de La Económica y que contará con representantes de la Junta, el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad. El objetivo final de este grupo es que el museo arranque. Una de las propuestas de los promotores, para que el proyecto no se alargue más, será comenzar con una sede pequeña, de unos 300 metros cuadrados. Contaría, según señala Alfredo Álvarez, uno de los docentes detrás del proyecto, con tres espacios modulares de unos 60 a 100 metros cuadrados cada uno y estaría en el centro de la ciudad.
En este espacio habrá una zona de trabajo, un taller y una secretaría, una sala de exposiciones y proyecciones y un aula. Además deberían incorporar personal al proyecto, para lo que proponen un técnico y un informático. En total calculan que sería necesario, además de la cesión del local, unos 80.000 euros para la puesta en marcha inmediata del museo.
Ese museo provisional permitiría, según señala Lorenzo J. Blanco, dar vida al proyecto y comenzar a trabajar. Las actividades, por ejemplo talleres, irían mostrando a la ciudad que ya cuenta con un Museo de la Ciencia y la Tecnología.
Luis Carlos Fajardo Barrientos, secretario general de la RSEEAP, cree que en este punto la sociedad civil tiene mucho que decir. «La Económica en su historia ya ha logrado poner en marcha otras entidades en la ciudad como la Escuela de Maestros en su día o varias cátedras formativas. Llevamos desde el 97 con esta canción y esperamos lograrlo».
A largo plazo, el objetivo, según señala el proyecto que presentaron a las instituciones es poner en marcha un espacio de unos 2.000 metros cuadrados. Apuestan porque esté ubicado en un edificio de la ciudad que se ha quedado vacío, por ejemplo, la antigua central hidroeléctrica de Puentenuevo o La Pesquera, conocida como la Fábrica de la luz.
Este edificio lleva años abandonado y está en la carretera de Cáceres, junto a la margen del río. Otra posibilidad, apuntan los promotores de esta idea, es el Hospital Provincial de San Sebastián. Ya hay un compromiso para que la Escuela Oficial de Idiomas se traslade a este lugar, pero podría ser compatible, ya que el antiguo hospital cuenta con más de 20.000 metros cuadrados.
La futura sede contaría con una exposición permanente compuesta, inicialmente, por fondos de colecciones de diferentes instituciones como algunos institutos de secundaria, la universidad, etc. También habrá espacio para exposiciones itinerantes y zonas de divulgación con módulos temáticos sobre termodinámica, ondas, electricidad, mecánica, biología, etc. Así mismo proponen que haya un jardín de infancia para los más pequeños, un salón de actos y áreas de investigación además de despachos.

El museo en la calle
Otra parte del museo, que también quieren poner en marcha lo antes posible, sin esperar a la sede central, es la 'Ciudad Museo' (Badajoz, Museo de las Ciencias). Es decir, colocar en distintos puntos de la ciudad exposiciones científicas. Por ejemplo cuentan con la aprobación de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para instalar en el río una Plaza de los Relojes que repase los distintos tipos de estos elementos. También un Paseo de las Matemáticas o una recreación del sistema solar.
El tercer pilar del museo, señala Lorenzo J. Blanco, sería una red virtual que agrupara todo el catalogo de investigaciones científicas e información de Extremadura. Sería una forma de unir todo el material y ponerlo a disposición de los que la necesiten.

Alfredo Álvarez destaca que las ciudades donde se han puesto en marcha museos de este tipo han mostrado mejores resultados académicos en las asignaturas científicas, es decir, que ha tenido un impacto directo en los escolares de la zona. Además el Museo de la Ciencia de Badajoz, defienden, podría ser un importante atractivo turístico, ya que no hay nada parecido en la zona suroccidental de la península. Calculan sus promotores que podrían recibir 200.000 visitas al año.

Otras referencias en la prensa:

Una comisión relanzará el Museo de la Ciencia. Vara se reúne con los promotores en la Económica del País. La Crónica de Badajoz. 21 de octubre de 2017. Redacción.

Relanzan el proyecto del Museo de Ciencias y Tecnología de Badajoz. EFE. 19 de octubre de 2017.