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jueves, 30 de diciembre de 2021

Sobre la campana de la Torre de Espantaperros, en Badajoz. Unos sencillos problemas de Matemáticas.

Torre de Espantaperros
Recientemente se ha colocado una campana en la Torre de Espantaperros. Algunos dicen que siempre estuvo allí, pero a mí no me salen las cuentas, es lo que me pasa por ser aficionado a las matemáticas.

La torre se construyó en 1169, obviamente sin campana al ser época musulmana en Badajoz.

La campana original se fundió en 1567. Podemos suponer que se instalara ese mismo año.

Según el diario HOY (23/12/2021) dejó de funcionar hace 143 años y según el Blog de Chano la campana podría haber dejado la torre en el año 1856.

Ahora, en 2021, la reponen.

Problemas de matemáticas.

¿Cuántos años hace que se construyó la Torre de la Atalaya o Torre de Espantaperro?

Sol. 2021 - 1169 = 852 años.

¿Cuántos años ha estuvo la Torre sin campana?

Sol. 1567 - 1169 = 398 años.

¿Cuántos años estuvo la torre con campana?

Sol. 1856 - 1567 = 298 años.

¿Cuántos años hace que se quitó la campana?

Sol. 2021 - 1856 = 165 años.

Según los datos anteriores, ¿Cuántos años ha estado la torre sin campana y con campana?

La torre ha estado con campana 298 años.

La torre ha estado sin campana 398 + 165 = 563 años.

Consecuentemente, decir que la campana es básica en la construcción de la Torre o que siempre estuvo allí, no es cierto.

Conste, que no tengo una opinión al respecto de la oportunidad de su colocación, pero señalarla como un símbolo de nuestra historia es un poco exagerado, a la luz de los números y de cómo la torre fue diseñada en su origen.




sábado, 18 de diciembre de 2021

Clasificando actividades matemáticas 23.

Problemas con enunciados engañosos, curiosos, ... para provocar la atención de los resolutores, con el objetivo de mostrar la necesidad de una lectura sosegada y comprensiva de los enunciados.


Cuando los pequeños están iniciándose en los problemas de matemáticas suelen buscar el algoritmo o la fórmula que los resuelva, inducidos por la rutina en las aulas. En muchas prácticas escolares parece que el objetivo principal, y casi único, para realizar problemas es practicar algún algoritmo, fórmula o procedimiento mecánico, previamente estudiado. Esta es la causa de que algunos resolutores señalen que los problemas en contextos cualitativos, como los enunciados en  entradas anteriores, no los consideren problemas de matemáticas.

A los resolutores guiados por esta rutina no basta con decirle que tienen que leer o releer el enunciado y seguirán preguntando ¿es de sumar? ¿Es de restar? O no me acuerdo de la fórmula.

Mi experiencia me indica que en estos casos lo mejor es plantearle enunciados con textos curiosos donde falten datos, preguntas absurdas o cuya respuesta no surja de una operación inmediata, y si del análisis del texto, etc. Es decir, que recuerden que pueden encontrarse con situaciones que les obliguen a pensar.

Es más, recuerdo con agrado que en algunas ocasiones he visto como mis nietos me han venido a proponer problemas de este tipo, lo que implica que lo han pensado y trabajado mentalmente. Y esto es lo más interesante en matemáticas y para su educación.

El problema mostrado arriba forma parte de mi próximo libro sobre problemas urbanos.