Periódicamente aparecen en los medios de
comunicación y en las redes sociales información sobre el Casco Antiguo de
Badajoz. Dos de ellas centraron mi atención el domingo 28 de julio de 2019. La
primera señalaba que unos holandeses decidían no visitar La Alcazaba por el
estado de suciedad en que se encontraba y la segunda señalaba múltiples
problemas sobre las dificultades que se causan a los vecinos que vivimos en el
Casco Antiguo por el sistemático incumplimiento de la legislación vigente en
materia de ruido, limpieza y protección del medio ambiente.
Ello me sugirió elaborar un artículo que
HOY (04/08/2019) me ha publicado, y que os dejo para su lectura.
¿Qué ciudad queremos? HOY 04/08/2019 Lorenzo J. Blanco |
¿Qué
ciudad queremos?
El domingo (28/07/2019) ocupé parte de
mi tiempo en lectura de dos noticias relacionadas con el Casco Antiguo de
Badajoz. Una entrada de Facebook de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo
señalaba que un autobús de turistas holandeses que deseaba conocer La Alcazaba
decidió no bajarse del autobús, al ver el estado de suciedad en la que se
encontraba. Acompañaba la información con diferentes fotografías que mostraban
el lamentable estado en el que había quedado La Alcazaba como consecuencia de
la celebración de un concierto la noche anterior. Era una fiesta nocturna más
de las muchas que se celebran últimamente en el Casco Antiguo, que parece que
es el único lugar para celebrar todos los espectáculos nuevos de la ciudad.
La segunda información (HOY, 28/07/2019,
p. 14) detallaba los problemas ocasionados por el ruido nocturno, las
reiteradas y no justificadas ampliaciones de horarios de los bares de copas,
ocupaciones indebidas de veladores en espacios públicos que ocasiona problemas
de accesibilidad y suciedad, etc. Todo ello ha provocado las quejas de
diferentes vecinos y asociaciones, que han denunciado el deterioro de las
condiciones de vida en el barrio y el abandono de comerciantes y vecinos de las
calles más tradicionales de la ciudad. Incluso la reciente apuesta de reabrir
nuevos comercios ha resultado un fracaso porque las condiciones de
habitabilidad del barrio están deterioradas, por algunas de las causas que se
detallaban en la información.
Tres reflexiones me vinieron a la mente.
La primera, comprobar, una vez más, la falta de protección de nuestro
patrimonio histórico por parte de las autoridades y la falta de aprecio y
cuidado por parte de muchos vecinos. En segundo lugar, la constatación de que
la limpieza no es una virtud en Badajoz. Conste que los responsables primeros
de la suciedad son los incívicos que ensuciaron y no respetaron ni el lugar
donde se celebró el concierto, ni a los que vivimos en los aledaños y que
tuvimos que convivir con la suciedad a la mañana siguiente. También la
situación es responsabilidad de los políticos que gestionan el servicio de la
limpieza del Ayuntamiento de Badajoz. Las condiciones visibles en las
fotografías mostradas, que pueden tomarse muchos fines de semana y en muchas calles,
señalan que, a pesar de todas las declaraciones, cuidar la oferta turística en
la ciudad no es una prioridad. Es evidente, que el turismo y nuestro patrimonio
necesitan mucha más atención de la administración local y de muchos pacenses.
Las informaciones señaladas evidencian el
maltrato que sufrimos los vecinos del Casco Antiguo y la falta de una política
conveniente para nuestro barrio más emblemático. Es triste observar la
desconsideración hacia aquellos que hemos optado por vivir en esta zona,
algunos nacieron aquí o llevan en él ‘de toda la vida’, invirtiendo y
rehabilitando los inmuebles que habitamos, comprando en los pocos comercios que
siguen abiertos o proponiendo eventos culturales, lúdicos, actividades infantiles
o equipamientos sociales que permitan que el Casco Antiguo sea un barrio
habitable. Esto último es lo único que pedimos. Bueno, también nos gustaría que
se cumpliera la legislación vigente y las ordenanzas municipales en materia de
limpieza, ruido y protección ambiental.
Las situaciones denunciadas en el
reportaje de HOY son algunas de las causas por la que algunos vecinos del
núcleo fundamental del barrio vuelvan a abandonar la zona. Otros no lo hacen
por el escaso valor de sus viviendas en comparación con las de otras zonas. Los
comentarios que aparecen en las redes sociales para justificar y tolerar estas
situaciones me llevan a pensar que algunos vecinos de Badajoz, que obviamente
no viven en este barrio, entienden que el Casco Antiguo debe ser un parque
temático de ocio y botellón, olvidándose de los vecinos que allí habitamos que
somos los que realmente hemos apostado por recuperar el barrio. Evidentemente, esta
observación valdría igual para las autoridades municipales.
Ahora, pasada las elecciones se vuelve a
hablar, una vez más, de la formación de un consorcio para el Casco Antiguo,
pues bueno sería que aquellos que tienen la responsabilidad de proponer y
gestionar nuestra ciudad reflexionaran acerca de cuál es el modelo de barrio
que quieren. Y de paso que lo hagan también, para el resto de la ciudad.
El debate sobre el uso de los Cascos
Antiguos está vivo y se plantea desde nuevas perspectivas con el paso de los
tiempos. Armonizar los procesos de rehabilitación y revitalización de la zona,
entender el fenómeno de la gentrificación, poner en valor el patrimonio
histórico y cultural, asumir que Badajoz es una ciudad con muchas zonas donde
desarrollar actividades, son algunas cuestiones que debieran estar presente en
la reflexión sobre el Casco Antiguo de Badajoz. Pero, sobre todo, entender que
los que cuidan del barrio y los primeros interesados en su progreso son sus
habitantes y no los que vienen a divertirse unas horas, dejándolo en las
condiciones lamentables que se señalan la información que iniciaba el artículo.
Lorenzo J. Blanco Nieto
Badajoz, 29 de julio de 2019
Entre las etiquetas de este blog se encuentra la referida al Casco Antiguo donde podréis leer nuevas entradas específica de este barrio de nuestra ciudad.
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