Al leer las páginas
de HOY, me he encontrado con una agradable sorpresa que evocaba mis recuerdos
juveniles, de iniciación a la lucha social y política. He leído la columna que
Juan Serna le dedica a Antonio Barrantes, el cura de Entrerríos que suscitaba
nuestra admiración por sus conocimientos, por su forma de transmitirlos, pero
sobre todo por su ejemplo de vida y coherencia personal.
Era joven y participaba
en la HOAC y la JEC, que eran de las organizaciones católicas que
potenciaban y permitían "ver, juzgar y actuar" sobre la realidad social. Esta
actividad nos abrió los ojos a muchos para participar en la lucha por una
sociedad más justa.
Murió joven y muchos lo
lloramos.Gracias, Juan por los recuerdos.
Manolo Higuero, otro cura de la época, le dedicó un libro que editó la Diputación de Badajoz.
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