El HOY (07/12/2025) publica un artículo sobre la exposición que la Fundación Museo Extremeño para la Ciencia y la Tecnología ha organizado en la sede de Cajalmendralejo en San Francisco.
Os transcribo el texto del artículo.
El 20 de octubre se abrió en Badajoz una ventana singular hacia los tres grandes reinos que habitan nuestra memoria escolar y paisaje: Animal, Vegetal y Mineral (HOY, 21/10/2025 y 18/11/2025). Una iniciativa de la Fundación Museo Extremeño para la Ciencia y la Tecnología (MECyT) que pone en escena una pequeña pero extraordinaria colección de objetos científicos y educativos, rescatados de los institutos Bárbara de Braganza, Zurbarán y San José, de la Universidad de Extremadura, el Colegio de Veterinarios y alguna aportación particular.Son, básicamente, materiales educativos que forman parte de nuestro patrimonio histórico, científico y cultural que es necesario conocer, cuidar y divulgar. Algunos de los animales y materiales expuestos llevan entre nosotros algo más de cien años y su valor intrínseco y lo que representan sugieren la necesidad de ponerlos en valor para su conocimiento y disfrute. La procedencia y uso didáctico de muchos de estos objetos, nos ayuda a conocer parte de la historia de la educación en Extremadura y, en este caso, de la historia local de Badajoz. Sorprenden, entre otros, el ornitorrinco y el marabú y los murales de P. Pfurstchelle elaborados a finales del siglo XIX para que los estudiantes descubrieran lo que se escondía dentro de los microscopios, pero advertimos que existen otros muchos elementos expositivos tan valiosos o más que los que aquí se muestran. Podrían haber estado dos meteoritos, un maxilar de Ballena o un esqueleto completo de mono, por poner algunos otros objetos que habitan nuestra ciudad.
Los trabajos preliminares nos han permitido detectar valiosísimos elementos relacionados con la historia de la ciencia y la tecnología en otras instituciones públicas y privadas que deseamos poder dar a conocer en un lugar propio.
Los objetos expuestos tienen valor en sí mismo y, algunos de ellos, tuvieron un uso importante en la enseñanza y difusión de la ciencia desde el siglo XIX y XX. Se han conservado gracias a profesores, de varias generaciones entusiastas de su trabajo. La exposición ha sido posible por el apoyo de los responsables institucionales de estos centros y con la colaboración de los profesores actuales que son los que han hecho posible esta muestra. Es muy agradable ver el desvelo y el cariño con el que los tratan y con el que hablan de ellos.
Los talleres para escolares y los más de dos mil visitantes ya, confirman una demanda clara de espacios para la ciencia en Badajoz con mirada hacia Extremadura y Portugal. En esta muestra también late la aspiración de MECyT de la creación de un museo propio, un faro de conocimiento y divulgación que difunda y ponga en valor nuestro patrimonio científico con señalan nuestros objetivos y sirva de vínculo entre generaciones. La respuesta de público, centros de enseñanza, asociaciones ciudadanas y de medios de comunicación anticipa un futuro prometedor donde el Museo Extremeño para la Ciencia y la Tecnología pueda ya ser una realidad palpable en 2026.
Con esta exposición ponemos de manifiesto que existen elementos suficientes y que estamos preparados para poner en marcha el MECyT, en alguno de los múltiples edificios o espacios vacíos en la ciudad. A lo largo de 2025 hemos organizado cuatro exposiciones y diferentes talleres en colaboración, por ejemplo, con la Diputación Provincial en el Hospital Centro Vivo o con la Asociación de Vecinos del Cuartón del Cortijo, pero la ausencia de un lugar propio como referente dificulta la difusión y nos resta visibilidad y eficacia.
La importancia creciente de las ciencias en la sociedad del siglo XXI (la pandemia, el cambio climático, el uso de las tecnologías, la inteligencia artificial, la neurociencia, etc.), las referencias constantes a la falta de conocimiento científico entre la población escolar y adulta indican, entre otras múltiples razones, la necesidad de un canal social para su divulgación. También, de una manera más prosaica, pero importante podríamos hablar de la repercusión en el turismo y en la economía local.
Con este proyecto queremos vencer esa invisibilidad, recordando que la ciencia, con toda su relevancia en el presente y futuro, merece un lugar en el corazón de la ciudad. Afortunadamente, los amigos del museo, los medios de comunicación, las redes sociales y el boca a boca están ayudando a que la exposición 3Reinos en los locales de Cajalmendralejo tenga difusión y visitantes.
Señalamos, finalmente, que 3Reinos se ofrece no solo como una exposición, sino como un acto de voluntad cultural, comunidad y memoria. Un relato abierto donde pasado, presente y futuro de la ciencia extremeña se entrelazan en cada objeto, en cada imagen, en cada historia que susurran los vestigios de este patrimonio tan cercano como desconocido, ahora al alcance de todos los que quieran acercarse a descubrirlo.
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