El
periódico HOY publica un excelente artículo de Artículo de Fernando
Carmona, concejal del Ayuntamiento de Badajoz del Grupo Socialista, sobre la
finca de las Arenosas: Cegarse con Las Arenosas (HOY, 5 de febrero de 2016).
Esta finca fue adquirida por Manolo Rojas, Alcade de
Badajoz, y convertida en Escuela taller para temas agrícolas en época de
Gabriel Montesinos, también Alcalde de Badajoz que sustituyó a Manolo Rojas.
"Posiblemente muchos períodos de la historia podrían ser
bautizados con un nombre que los resumiera. En la selección del término que
identificara estos últimos años gana protagonismo el de «incertidumbre». La
incertidumbre parece inundar todo en nuestras vidas. Esa falta de certeza en lo
que va a suceder obedece al divorcio que padecemos entre poder, entendido como
capacidad para conseguir hacer cosas, y política, entendida como capacidad para
decidir qué cosas deben o deberían hacerse. Desgraciadamente la consecuencia de
ese divorcio termina afectando a la menor de las instituciones del Estado, el
municipio. Por ello, cada institución en su nivel de competencia, acaba
convirtiéndose en mero dispensador de las recetas que imponen entes superiores
desconocidos. Esa incertidumbre, consecuencia de la crisis matrimonial que
padecen poder y política, viene acompañada de la ceguera como paliativo para la
frustración de no conseguir que las cosas se hagan.
Aterrizando en
la realidad inmediata, el Pleno del Ayuntamiento de Badajoz del mes de enero ha
aprobado, con los votos favorables del PP, Ciudadanos y Podemos, la
constitución de un Derecho de Superficie a favor de una empresa privada, sobre
una finca propiedad del Ayuntamiento, para la organización de raids hípicos en
la ciudad de Badajoz. Según la información que facilita la empresa promotora,
un grupo árabe (la significación no es mía, sino del promotor), pretende
invertir entre dos y tres millones de euros en acondicionar la finca e
instalaciones, para convertirla en un Centro de Raids.
Desde el
primer momento la posición del Grupo Socialista ha sido y es pedir mayor
información. Hemos pretendido realizar una crítica positiva que pudiera mejorar
la propuesta porque la información era insuficiente. El importe de la
inversión, entre dos y tres millones, resultaba demasiado inexacto; no había ni
una mínima previsión de puestos de trabajo directos, ni de generación de
riqueza indirecta; y sobre todo, se desconocía y se desconoce cuáles van a ser
las condiciones de uso que acompañan a ese derecho de superficie (si va a estar
abierto a todos los aficionados a la hípica de la ciudad o si va a ser coto
cerrado para los miembros de un club elitista).
Esta demanda,
esta exigencia de información concreta, no es caprichosa, ni arbitraria, sino
que descansa en las advertencias que los Informes de Intervención y Secretaria
General, unidos al expediente, han puesto de relieve: «por tratarse de un bien
patrimonial el requisito previo es la exigencia de que se razone la necesidad de
la concesión del Derecho de Superficie a un particular y que se justifique el
interés público que supone la actividad que se va a desarrollar».
Desde nuestro
punto de vista, la información que existe en la actualidad en el expediente no
permite ver cumplidos esos dos requisitos previos para ceder un bien de
propiedad municipal a un particular, aunque sea a través de un derecho de
superficie. Ni vemos el interés público en los raids para justificar que el
Ayuntamiento ceda un bien, ni vemos la necesidad de que la única alternativa
para el desarrollo de esa actividad tenga que ser, necesariamente, esa finca.
En la ciudad existen varios clubs privados dedicados a la hípica, con sus
instalaciones, que atienden la demanda existente, sin que sirva el argumento de
que en Las Arenosas no se desarrolla ninguna otra actividad.
Algunos de los
grupos que han apoyado la operación nos diagnostican ceguera, y algo de razón
pueden tener porque nuestra focalización está dirigida a otras cuestiones
relacionadas con la igualdad y la dignidad, principios-valores seriamente
lesionados por este estado de crisis.
Somos
incapaces de ver en qué medida la hípica aporta mejores condiciones de igualdad
a nuestros vecinos; somos incapaces de ver cómo un raid internacional va a
mejorar la dignidad de los miles de desempleados de esta ciudad; y somos
incapaces de ver cómo esa actividad va a generar la riqueza que justifique el
interés público que requiere la cesión.
En cualquier
caso, lo realmente importante es que esta ceguera no acompaña al problema
(divorcio poder/política), sino que es impuesta, provocada por la falta de
información. Y la falta de información en la cosa pública ni se puede aceptar
como un riesgo (¡ya veremos qué pasa!), ni se debe suplir con la experiencia
propia en raids, sino que ha de ser combatida con la exigencia de que los
expedientes pongan de manifiesto todas las circunstancias que concurren en un
asunto, a fin de que todos, absolutamente todos, los que tienen que hacer
política (decir qué cosas debieran o deben hacerse) puedan formar su opinión.
Recuperar la
visión es posible en los dos tipos de cegueras. El primer tipo se remedia
anulando el divorcio, consiguiendo que poder y política vuelvan a ser
matrimonio; el segundo, la ceguera municipal, que constituye el núcleo de esta
opinión, se cura con la información que es la esencia de la transparencia.
Por ello sorprende y duele que
algunos llenen sus bocas con palabras como transparencia, responsabilidad,
regeneración y austeridad, cual únicos políticos inmaculados. Olvidan algo
fundamental, que la virtud no precisa de ser exhibida, es percibida incluso sin
vista. No conviene cegarse con La Arenosas." (HOY, 5 de Febrero de 2016).
En un principio la finca tuvo uso y servía a la ciudad.
Con la llegada del PP al ayuntamiento se abandonó y su estado se ha denunciado
en múltiples ocasiones. Una simple búsqueda en la red mostraría múltiples
entradas.
Por mi parte voy a reseñar sólo dos entradas de hace
casi 10 años:
"El PSOE propone reservar una parte
para instalar placas de energía fotovoltáica, regenerar los invernaderos y revitalizar la escuela taller." (HOY, 14 de Octubre de 2006).
"Lo que en tiempos del alcalde
Gabriel Montesinos era una finca municipal de la que nacían grandes pimientos y
tomates y donde se instaló una escuela taller para formar en trabajos
agrícolas, es en la actualidad un terreno abandonado donde se amontonan los
desechos de las obras y servicios municipales." (El Periódico Extremadura, 14 de octubre de 2006).
No hay comentarios:
Publicar un comentario