Uno de los temas de más actualidad en relación a la elección de nuevos alcaldes es el de los sueldos que tienen que tener. Vaya por delante que ya me parece mal que sean las propias Corporaciones Municipales o las Asambleas quienes se fijen sus sueldos y las compensaciones a sus grupos de concejales o de parlanentarios. Es evidente que el sueldo tenía que venir regulado. Más ajustado que en la actual legislación.
Que los políticos tengan un sueldo digno es una consecución de la izquierda para romper la tradición por la que a la política solo se podían dedicar los ricos y señoritos. Obviamente un sueldo digno, no los abusos que se ven en algunos casos. El sueldo de los políticos, como el de los funcionarios sale del bolsillo de todos los españoles.
Actualmente, unas veces por demagogia y otra por bisoñez se están realizando muchas propuestas a las que no le encuentro mucho sentido. No es posible plantear que el Presidente de la Junta de Extremadura o que el Alcalde de Badajoz gane menos que los jefes de servicios de ambas instituciones. O querer contratar a un técnico con capacidad y pedirle que se rebaje el sueldo más del 50 % de lo que cobra en su actividad profesional. Ada Colau ha tenido que rectificar en dos días sobre su propuesta inicial. Rectificar es de sabios.
En HOY de hoy (21 de Junio de 2015) se publica un artículo que reproduzco porque estoy de acuerdo con su contenido.
Me han mandado el video con los argumentos de Remigio y los he escuchado. lo que dice es, también, aplicable a los funcionarios de la sanidad pública. Hay mucha desigualdad y algunos cobran más de 4.000 euros al mes. Así, que se bajen un 20 % todos los sanitarios que cobran más de 3.000 euros al mes.
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