Qué y cómo reflejar Extremadura en la enseñanza primaria y secundaria.
Desde
el punto de vista académico en la escuela es necesario modificar los organizadores
curriculares si queremos que los estudiantes, en todos los niveles, consideren
entre sus aprendizajes participar en una obra común que llevaría a la búsqueda
de la cohesión en Extremadura. Consecuentemente, hay que potenciar una
educación que fomente la creatividad y la curiosidad, la colaboración y el
trabajo en equipo, la participación activa, crítica y responsable en el entorno
inmediato, la investigación e innovación como una actitud y hábito ante las
tareas, etc., dotando a los estudiantes de las herramientas básicas personales,
sociales y profesionales para desarrollar su vida en sociedad. Y eso no se
aprende porque se les explique a los aprendices, ya que se adquiere a partir de
la experiencia/reflexión en el progreso de las actividades que se desarrollen
en el aula y fuera del aula, generando conocimiento y metaconocimiento. Ello
sugiere modificaciones de contexto, contenido y procedimiento de las actuales
actividades y tareas se les proponen. En este sentido, habría que desarrollar
nuevas propuestas que permitan salir del marco del centro educativo para
fomentar otras actividades complementarias (paseos didácticos, colaboración
entre centros, visitas a empresas y museos, …), en relación con la realidad
social, económica y cultural que son las que favorecen, más claramente, la
integración y transversalidad del conocimiento en relación al entorno inmediato.
No olvidemos que el fin de la educación no debe ser la mera adquisición de
contenidos, sino aprender a utilizarlos ante las situaciones que abordamos en
nuestra vida. Para ello, como se asume en muchas ocasiones “más vale una cabeza
bien hecha, que una bien llena”, y que en la educación matemática traducimos
por “hacer matemáticas, más que saber matemáticas”. Obviamente, es necesario conocer
y hacer.
Esta relación con el entorno social, cultural, económico, … no es nueva, y hablar de la cohesión en Extremadura no es solo de las asignaturas de historia y geografía, que parecieran que fueran las más implicadas en la búsqueda de la identidad regional. Es una consideración básica de las teorías del aprendizaje que sugieren contextualizar las tareas escolares en el entorno inmediato, en cuestiones y problemas reales y familiares proporcionando situaciones de aprendizaje significativas y relevantes como elemento de motivación. De esta manera, se daría significado a los conocimientos, y habría más garantía de movilización de estos aprendizajes en situaciones futuras. Esto es, aprender a aprender, que es lo que les permitirá afrontar las situaciones futuras con ciertas garantías.
Evidentemente, asumimos el objetivo de integrar todas las áreas del conocimiento curricular entre sí, y con las diferentes variables del comportamiento de la persona (actitud, emociones, creatividad, etc.). Los factores afectivos y cognitivos se condicionan inevitablemente y su integración favorece el desarrollo de los aprendices. En mi caso, como docente e investigador en el campo de la educación matemática hemos desarrollado diferentes proyectos, desde hace muchos años, integrando estos aspectos afectivos y cognitivos en la resolución de los problemas de matemáticas, buscando favorecer la alfabetización matemática de los estudiantes que les permitiera mirar el entorno y su propia realidad con ojos matemáticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario