Desde el 17 hasta el
25 de julio hemos estado visitando Rumanía un grupo de amigos en un viaje
maravilloso que nos ha servido para deshacer mitos sobre Rumanía y,
fundamentalmente, sobre los rumanos.
Llegamos a Bucarest,
aunque nuestra base principal estuvo en Brasov. Desde esta preciosa ciudad
visitamos Sinaia para admirar el castillo de Peles y su magnífico Monasterio. En
Curtea de Arges, además de la vista a la ciudad y sus iglesias ortodoxas,
conocimos las ruínas del autentico Castillo de Vlad Dräculea el Empalador tras
subir 1480 escalones, en la Ciudadela Poierani. Desde allí a Sibiu para lo que
tuvimos que atravesar la carretera de Transfagarasant, una maravilla de
carretera sobre todo en la parte norte. Visita al Castillo de Bran, a Fägäras,
Räsnov, Viscri y otros lugares de la zona para apreciar un país rico en
historia y paisajes. Nos quedamos fuera, por falta de tiempo, otros parajes lo
que nos permite soñar en otro viaje en el futuro.
Todos los que hemos
estado coincidimos en la encantadora que son los rumanos y la desmitificación
del mito que sobre los rumanos hay en España. Son educados y correctos con muy
buen dominio del castellano en muchos de ellos y una buena opinión sobre
nuestro país. Además, tienen muy buen vino lo que nos hizo saborear mejor
algunos platos típicos con buen sabor.
Aunque no sea muy correcto, en los próximos días colgaré algunas fotos y unos comentarios prestados del viajes
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