En abril de 2012, publiqué un artículo en HOY con el título de
“El final caliente de la guerra fría” que puede leerse en: http://lorenzojblanco.blogspot.com.es/2012/04/el-final-caliente-de-la-guerra-fria_10.html
Hablaba del final de la guerra fría entre el bloque de occidente
que, por supuesto, son los buenos y el bloque soviético que, obviamente, son
los malos. Parecía que se había llegado a un equilibrio hasta que,
curiosamente, los buenos apoyaron un golpe de estado en Ucrania, país donde
había un presidente elegido en unas elecciones democráticas. Un presidente
corrupto, como alguno de los que existen en España o en Italia, pero elegido
democráticamente y destituido por el ejército.
Y claro, la otra parte reaccionó de igual forma. Es decir,
utilizando la fuerza y, ahora, el ejército. Y se está liando. ¿Quién tiene la culpa?
Pues, por mi parte, diría que los prepotentes que se creen con capacidad para
imponer a todos sus caprichos para seguir mandando e imponiendo su voluntad y
ampliando fronteras. En este caso concreto los que apoyaron y promovieron el
golpe como Obama, Merkel, mientras la Unión Europea miraba para otro lado. Y
Putín que en la tradición de los dictadores estima que tiene derecho a decidir
sobre Ucrania.
Esperemos que vuelva la cordura, aunque es muy difícil.
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