Enunciemos el problema para que se entienda
En los
últimos meses se viene hablando en los medios de comunicación de los problemas
del ruido en el Casco Antiguo de Badajoz. Es un problema de la sociedad
actual que tiene en nuestro caso concreto dos referentes principales:
i. El incumplimiento sistemático de la legislación actual por parte
de numerosos bares de copas nocturnos y las consecuencias que de ello se
derivan.
El excesivo número de fiestas, también, nocturnas en el Barrio que
terminan convirtiendo las calles en un botellón hasta las cuatro o las cinco la
madrugada y las consecuencias que de ello se derivan.
ii. La falta de vigilancia y permisividad por parte de las autoridades
locales, regionales y nacionales.
Y como consecuencia, los
vecinos hemos decidido agruparnos para exigir que se cumpla la legislación
vigente.
Artículo publicado en HOY (10/09/2016) sobre la Mesa del Ruido en Badajoz |
Además, no entendemos a aquellos que dicen que hay que mantener un
equilibrio entre los que incumplen la legislación y los que padecemos las consecuencia de este incumplimiento. ¿Alguien piensa que hay que mantener un equilibrio entre los
peatones y los conductores que no respetan los semáforos y los pasos de peatones?
¿Debo reunirme con un conductor que me atropella varias veces en un paso de
peatones con el semáforo en verde para hablar del equilibrio del tráfico?
Ya es triste que en
una sociedad de derecho tengamos que exigir que se cumpla la ley y pedirle a
las autoridades que cumplan con su obligación de vigilar su cumplimiento.
Y esta situación es la que me ha llevado a publicar un artículo en HOY (10/09/2016) sobre este problema que reproduzco.
TRIBUNA HOY
EL RUN RUN DE LA MESA
DEL RUIDO
LORENZO J.
BLANCO NIETO
10 septiembre 201600:40
LA Asociación contra el ruido en el Casco Antiguo
'Espantaperros' utiliza en sus reivindicaciones un eslogan sencillo: «Queremos
vivir en un barrio tranquilo y descansar por las noches» (HOY, 06/07/2016). El
lema es simple, pero al mismo tiempo elocuente de un atropello constante que
muchos vecinos del barrio sufrimos con excesiva frecuencia. Se propone, entre
otros objetivos, exigir a las administraciones la vigilancia para el
cumplimiento de la legislación vigente, en materia de ruidos y medio ambiente.
El problema no es nuevo, pero la
constitución de la Asociación, junto con la difusión de las sentencias que
sobre problemas similares se están dictando en nuestro país, hace que los
medios de comunicación se hagan eco y las autoridades, especialmente las municipales,
presten más atención a las denuncias que se realizan.
El inventario de incumplimientos
sistemático de las ordenanzas municipales y de la legislación vigente, en
materia de ruido y medio ambiente, es tan extenso que más de uno piensa que es
una exageración. Pero, desgraciadamente, no lo es en numerosas calles del Casco
Antiguo y en algunos otros barrios de Badajoz. Podríamos señalar el excesivo
volumen de la música perceptible en las viviendas colindantes y que, en
ocasiones, provoca vibraciones en los edificios; mantenimiento de puertas
abiertas; incumplimiento de horarios; locales sin licencia para la actividad
que desarrollan; aparatos de música no homologados y manipulación de los limitadores;
griterío hasta altas horas de la noche o suciedad en las calles.
Ello provoca que en algunas zonas del
barrio numerosos vecinos abandonen o quieran abandonar sus vivienda y otros más
jóvenes se arrepientan de haberse instalados en la zona. Pero ya lo tiene
difícil porque el precio de su vivienda sigue devaluándose por los problemas
que denunciamos. Hace unos pocos años que los vecinos del barrio observamos,
con cierta tristeza, la paralización del proceso de rehabilitación y el cierre
de los pequeños comercios que todavía quedaban en la zona. La situación de la
calle San Juan es un ejemplo de lo que hay que evitar en toda propuesta de
recuperación de zonas históricas. El Casco Antiguo es un barrio histórico y no
una zona de ocio nocturno.
El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de
Badajoz desea convocar una Mesa sobre el Ruido para analizar el problema con
las partes implicadas. Es evidente que todo lo que sea pedir ideas, abrirse al
diálogo o buscar soluciones es importante y debe ser valorado. Pero esta
propuesta no debe, bajo ningún concepto, distraer a nuestros gobernantes
locales que saben que la solución del problema está en exigir y vigilar el
cumplimiento de la legislación actual en materia de ruido y medio ambiente. En
concreto, las causas de las numerosas denuncias presentadas por los vecinos,
individualmente o a través de la asociación o comunidades de propietarios,
corroboradas en muchos casos por los servicios municipales y la Policía Local.
Saben, o deben saber, que tienen que vigilar el cumplimiento de la ley, y
establecer los mecanismos para tramitar e instruir las denuncias y sancionar
cuando corresponda. A este respecto, quiero señalar que, por diferentes
motivos, el equipo de Gobierno municipal parece que empieza a tomar tímidas medidas,
pero el camino que debe tomar es claro. Es su obligación.
Actualmente contamos con suficientes leyes
básicas de referencia (Ley 37/2003, del Ruido; Real Decreto 1367/2007, por el
que se desarrolla la Ley anterior, en lo referente a zonificación acústica,
objetivos de calidad y emisiones acústicas y Ley 4/2016, para el
establecimiento de un régimen sancionador en materia de espectáculos públicos y
actividades recreativas en la Comunidad Autónoma de Extremadura) que son las
que marcan la pauta de lo que debe exigirse a los responsables de la actividad.
La Mesa del Ruido será una buena ocasión
para plantear la necesidad de reconsiderar cantidad de actividades y fiestas
nocturnas que se desarrollan en el Casco Antiguo y la obligatoriedad de que en
todas ellas se vigile en cumplimiento de la ley. Es obvio que Semana Santa,
Almossasa, o la Noche en Blanco y algunos otros, deban desarrollarse en nuestro
barrio, pero otros nuevos como Los Palomos o Contempopránea y otras ocurrencias
recientes que deberían desarrollarse en espacios más abiertos y con mejores
condiciones. La ciudad sigue creciendo y no pasa nada por repartir los
beneficios y pérdidas entre los barrios, pero además la consideración del Casco
Antiguo como zona saturada de ruido, indica la obligatoriedad de esta medida.
Quisiera terminar recordando que el
Tribunal Constitucional, en la justificación de sus sentencias en materia de
ruido, señala como fundamentales: el derecho a la inviolabilidad del domicilio,
el derecho a la protección de la salud y el derecho a disfrutar de un medio
ambiente adecuado.
Poder disfrutar de estos derechos es lo
que pedimos los vecinos del Casco Antiguo.
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