El periódico HOY (HOY, 26/08/2018) publicó el artículo "La
higiene de nuestras calles" en referencia a la suciedad que se origina por los orines de los perros en las principales calles del Casco Antiguo en Badajoz.
"Con excesiva frecuencia compruebo como
la fachada de mi casa, en una céntrica calle del Casco Antiguo, está siempre
llena de manchas o regueros de orines de los perros que pasean por la calle.
Ya puesto, hace unos días tiempo conté
33 manchas de orines, algunas de personas, y tres de deposiciones en la calle
de San Juan, supuestamente la calle más emblemática de Badajoz, entre las
esquinas Arias Montano y Virgen de la Soledad. Las columnas de la Calle Mayor o
cualquier esquina de las calles del Casco Antiguo evidencian la falta de
higiene. Es verdad que en algo hemos mejorado porque al menos ahora se ven
menos cacas.
Ítem más, aquellos que visitamos parques
y plazas con nuestros nietos vemos con asombro que los perros andan sueltos y
hacen sus necesidades (las dos) en los lugares reservados específicamente para
los juegos de los niños. Atónito te quedas cuando el dueño del perro que te
ladra o te lame te mire con una sonrisa de simpático y te dice: “no se
preocupe, es muy manso y no hace nada”. Pero la mancha o el susto te lo quedas
y, por supuesto, ninguna disculpa.
No se te ocurra afearle al dueño del
perro su conducta o recordarle los perjuicios que provoca como consecuencia de
la micción y defecación del can. Y mucho menos recordarle que está cometiendo
una infracción contra las ordenanzas municipales, y por lo tanto que su
educación ciudadana deja mucho que desear.
No es que no me gusten los perros o las
mascotas. Lo que no me gusta son los dueños mal educados que faltando al
sentido común e incumpliendo las ordenanzas municipales ensucian las aceras,
conducen los perros dándole prioridad sobre las personas y además defienden su
acción infractora como si fuera una actuación de pleno derecho.
En muchas ocasiones oigo decir a los
dueños de estos perros que en otras ciudades los perros no tienen tantos
problemas y que en Badajoz nos quejamos mucho. Aunque lo de viajar mucho o poco
es relativo, debo decir que solo conozco una ciudad en el mundo donde se es más
permisivo con los perros que en Badajoz y es Punta Arenas, en Chile. En las
ciudades de Europa que conozco, y son algunas, la vida ciudadana de los canes
es más restringida. En la mayoría de los parques tienen prohibida o restringida
su entrada, su control por las aceras es muy rígido y sus necesidades las harán
en algún lugar, pero no en la calle. De igual manera, el control de los perros
en sus paseos es ordenado y sin causar molestias, por educación o por temor a
la sanción. Siento envidia al pensar que ello no es posible en Badajoz.
Llama la atención que todo esto está
regulado y es una obligación del Equipo de Gobierno Municipal dar a conocer la
legislación al respecto, vigilar su cumplimiento y sancionar las infracciones
que se comentan.
La Ordenanza Municipal reguladora de la
tenencia y circulación de Animales, indica que “Las personas que conduzcan
perros y otra clase de animales por la vía pública, están obligadas a impedir
que efectúen sus deposiciones en cualquier parte de la vía pública” (Art. 34).
Completa, esta norma en el siguiente
artículo el indicar “Por motivos de salubridad pública, se prohíbe que los
animales realicen sus deyecciones o deposiciones sobre las aceras, parterres,
zonas verdes y cualquier otro elemento de la vía pública que no sean las zonas
de tierra que el Ayuntamiento prevea. De no existir instalación o zona
específica apropiada para las deposiciones de los animales en las proximidades,
se autoriza que efectúen las mismas en los imbornales o sumideros de la red de
alcantarillado” (Art. 35).
No es la única norma que habla de ello,
porque, también, la Ordenanzas del uso de las zonas verdes del municipio de
Badajoz señala: “Los perros deberán ir conducidos por personas y provistos de
correas circulando por las zonas de paseos de los parques, evitando causar
molestias a las personas, penetrar en las praderas de césped, en los macizos
ajardinados y estanques y fuentes” (Art- 33).
Es evidente que la legislación es clara,
como debiera serlo el sentido común y la educación ciudadana que indicarían la
importancia de mantener una ciudad limpia de caca, orines y malos olores. Por
ello, sugiero que desde las instancias municipales se impulse una campaña de
concienciación al respecto que implicara a colectivos y asociaciones vecinales.
En esta línea, la implicación de la policía local, como policía de proximidad,
debiera ser clara en primera instancia para desarrollar una labor disuasoria,
pero si no fuera suficiente para aplicar las disposiciones de los artículos
correspondientes que establecen, en esas mismas ordenanzas, sanciones por las
infracciones de los artículos mencionados.
Sinceramente, a mí me parece de sentido
común lo que estoy pidiendo."
La higiene de nuestras calles. HOY, (26/08/2018) Lorenzo J. Blanco |
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